De un tiempo a esta parte, la oferta musical que Segovia muestra los fines de semana hace muy complicado elegir entre tanta variedad. Los promotores privados de conciertos han decidido afrontar con valentía este periodo de incertidumbres y echar el resto con propuestas atractivas. Entre las más destacadas, la de la Sala Hook, que en colaboración con Histéricas Grabaciones celebra su décimo aniversario con un ciclo de conciertos acústicos que traerán a Segovia a algunos de los grupos más singulares de la gloriosa década de los 80, de cuyo recuerdo aún superviven muchos de ellos.
Después de un incomprensible aplazamiento motivado por razones de seguridad, el ciclo comenzó en la noche del sábado con La Guardia, uno de esos grupos que alcanzaron fama y fortuna en la denominada «década prodigiosa» con un rock fronterizo con claras influencias del country y leves guiños al pop.
El formato de estos conciertos, en clave acústica, permite disfrutar de los temas más conocidos del grupo en la versión en la que, presumiblemente, fueron concebidos antes de entrar en el estudio y sufrir los rigores de la producción. El grupo granadino, liderado por Manuel España llegó a Segovia con ganas de agradar y puso sobre el pequeño escenario de la sala una selección de sus antiguos éxitos que cobraron vida magníficamente interpretados por las guitarras acústicas que acompañaron al cantante. Sin lugar a dudas, el hecho de que las canciones formen parte de la memoria colectiva de una generación que hoy cumple los 40 es un tanto a su favor a la hora de lograr la tan ansiada conexión con el público, que en la noche del sábado disfrutó de una jornada de «revival» de esas que evocan recuerdos de un tiempo pasado. Además, a sus canciones añadió su particular versión de otros éxitos de grupos con los que La Guardia compartió cartel, éxito y fama, redondeando así una noche de música amable, de esas para amar. La oferta del ciclo «Quiero tener tu presencia» continuará el 15 de diciembre con la presencia de Alberto Comesaña, uno de los renovadores del pop español más transgresivo con Semen-Up y posteriormente más edulcorado con Amistades Peligrosas.
