Érase un chaval de Nava de la Asunción, Quintín Maestro Saiz, que se fue a Coca a estudiar 5º y 6º de bachiller. Le gustaba jugar al fútbol, pero sus compañeros le convencieron de que molaba más jugar al balonmano, porque a las chicas les gustaba y así se ligaba más. En fin, se dejó convencer y a los 15 años se inició la historia de este prolífico hombre en el mundo de ese deporte.
Comenzó con el C.D. Base Mixta, haciendo la mili (2 años), teniendo como entrenador a Pepe Chapuzas. Luego con el C.D. Coca jugó en la categoría nacional. En su trayectoria tuvo como compañeros a Chema, Luis Martín Ibáñez, Nerón, Bartolo, José Cecilia, Alejandro Martín, M. Ángel delgado, Antonio de Grado, J. Luis Tarrero…
Quintín no cesaba en esa etapa de juventud e ilusiones; y por el año 1976, crea el C.D. Balonmano Nava y juega en Segunda División con tal equipo, llegando a ser entrenador y presidente, cargo que ha ocupado hasta el 2018; es decir, nada más que 42 añitos de nada. Con el Viveros Herol Balonmano Nava llegó a ascender a la liga Asobal de División de Honor. Por tal bagaje la Federación de Balonmano de Castilla y León le otorgó el Premio “Leyenda”. Ahora el Club tiene siete equipos de chicos y cinco de chicas, lo que hace aproximadamente 150 jóvenes disfrutando de una actividad sana. Él es presidente de honor del Club.
Este buen hombre, en su vida laboral titular de un taller mecánico, no solo supo darse a su labor cotidiana; también supo hacerse con las herramientas necesarias y poner ruedas a un deporte que revolucionó a todo un pueblo; por ello, debe ser personaje genuino del deporte segoviano.
