La crisis económica se está cebando de manera relevante con el colectivo de emprendedores de la provincia de Segovia, ya que en dos años, desde diciembre de 2007, el número de afiliados al régimen especial de autónomos (REA) de la Seguridad Social ha descendido en 1.200, según los datos que maneja la Asociación de Trabajadores Autónomos ATA.
Esto supone una disminución del 7,3%, porcentaje superior a la media nacional (-7,1) y de Castilla y León (-5,9%). En la Comunidad Autónoma sólo en Ávila (-7,4) la evolución ha sido un poco peor en ese periodo, según la misma fuente, que toma como base los datos de afiliación del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Según el informe de ATA, el año 2008 fue especialmente negativo para los autónomos segovianos, tendencia similar al del resto de provincias de Castilla y León. En este sentido, el año pasado el numero de afiliados al REA descendió en 421 (-2,6%) en la provincia, que durante 2009 fue también, junto a Ávila, donde más porcentaje de autónomos se dieron de baja en la Seguridad Social.
Por sectores, es la construcción el que más afiliados autónomos ha perdido en Segovia desde que se desencadenó la recesión, sumando en total 559 en esos dos años. También se han visto afectadas otras ramas de actividad, como la agricultura y ganadería, con 194 afiliados menos; comercio (-115), hostelería (-87), industria (-68) , transporte y almacenamiento (-58) y otros servicios (-43), con un comportamiento similar al del resto de la región.
La presidenta de ATA en Castilla y León, Soraya Mayo, comenta que, además del notable impacto en la construcción, por la fuerte recesión que vive el sector, “deberíamos plantearnos qué ocurre con la agricultura, el comercio, la industria o el transporte, que durante todo este periodo han registrado un gran descenso y tomar medidas para ayudar a estos sectores que durante tanto tiempo se han constituido como fuertes generadores de empleo y riqueza”.
Especificidad de Segovia
Mayo explica que en el caso de la provincia de Segovia se dan una serie de circunstancias que han motivado un mayor descenso del número de autónomos, “porque en los años de expansión económica hubo un crecimiento muy grande, debido en parte a la cercanía con Madrid, que supone una ventaja cuando la situación es buena, así como las obras de la línea del AVE, que atrajeron a mucha gente, que montó servicios y negocios”. En su opinión se produjo un crecimiento muy rápido, animado también por el destacado número de extranjeros, especialmente de nacionalidad búlgara, que se afiliaron al régimen de autónomos. .jpg)
De esta manera, con la crisis, “se ha producido un batacazo porque algunos negocios no acabaron de cuajar y consolidarse”.
CEAT
Desde CEAT Segovia (Asociación Intersectorial de Autónomos), se amplía a la cifra de 616 el número de emprendedores que han cerrado sus empresas en 2009, dato que esta organización integrada en la Federación Empresarial Segoviana (FES) califica de muy preocupante. El análisis de su presidente, Antonio Yagüe, indica que a la falta de actividad se han sumado un alto nivel de morosidad y la falta de liquidez, ya que, en su opinión, los créditos que conceden las entidades financieras siguen siendo escasos. Estos problemas, que ya resultaron evidentes en 2008, “se están agudizando”, afirma y se suma a un incremento de la competencia desleal, ya que aflora, o resulta más problemática en este momento, la economía sumergida, en sectores como talleres de reparación o mantenimiento de edificios.
Yagüe llama la atención también sobre el trasvase de afiliados del REA al régimen general de la Seguridad Social, “porque la gente tiene que buscarse la vida”.
Por su parte, Antonio Gala, de la Asociación de Instaladores de Fontanería de Segovia, destaca también problemas apuntados por el presidente de CEAT, como la morosidad, que ha hecho mucho daño a los profesionales vinculados al sector de la construcción, “donde se han hecho burradas años atrás”, apunta, al tiempo que se muestra convencido de que algunos empresarios de este subsector, del que dependen más de doscientas familias en la provincia, pueden abandonar la actividad “si la situación no mejora mucho en los próximos seis meses”.
