Cerca de medio centenar de personas participaron ayeren un ejercicio de simulacro de incendio en el Alcázar de Segovia, en el que se probó la eficacia del sistema anti-incendios del monumento, así como el protocolo de evacuación en situaciones de emergencia.
En el simulacro intervinieron efectivos del Cuerpo de Bomberos y de la Policía Local de Segovia, así como la plantilla de trabajadores del Alcázar y del Archivo General Militar -que comparten dependencias en la fortaleza- que aplicaron los protocolos establecidos para este tipo de contingencias. Además, un grupo de alumnos del IES “La Albuera” y de la diplomatura de Turismo de la UVa ejercieron como ficticios turistas que fueron evacuados una vez que se dio la alarma.
Bajo la atenta mirada del alcaide del Alcázar, Alfredo Sanz y Calabria, el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes y los responsables de Bomberos y Policía Local, Jose Luis del Pozo y Julio Rodríguez Fuentetaja, el ejercicio comenzó a las 10 de la mañana con un supuesto accidente en el que un trabajador de mantenimiento sufre una caida mientras realiza labores de reparación en una de las ventanas de la Sala de Artillería de la fortaleza, y al caer, la herramienta eléctrica con la que trabajaba produce un cortocircuito que provoca un incendio en la citada sala.
Tras dar la alarma, el personal del Patronato del Alcázar procedió a la evacuación de los turistas. así como a la localización de las posibles víctimas en la Torre del Moro, en la zona de las cubiertas, inundada por humo. Tras ser localizados se ha procedido a su rescate, para a continuación sofocar el incendio utilizando el sistema de extinción de agua del Alcázar, tirando agua por las ventanas.
Por último, el trabajo coordinado del personal del Patronato y del Servicio de Bomberos permitió la evacuación y protección de las obras de arte situadas en la planta baja del Alcázar.
El simulacro sirvió para probar la nueva salida de emergencia construida el pasado año en la fortaleza, ubicada en la coracha de la «Torre Albarrana», en la que el Patronato rector de la fortaleza invirtió cerca de 450.000 euros.
La salida, ubicada en la zona sur, permite duplicar la capacidad de evacuación del monumento, que recibe un millar de visitantes diariamente como media, lo que consolida la seguridad de los visitantes.
Por otra parte, los bomberos de Segovia pusieron a prueba el sistema anti-incendios del que dispone el monumento, diseñado por el Servicio de Bomberos de Segovia, y protege de forma específica en los 5.000 metros cuadrados de cubiertas y techumbres del edificio, cuya estructura de madera les hace especialmente sensibles al fuego.
El simulacro tiene lugar anualmente para conmemorar el aniversario del incendio que devastó el Alcázar segoviano el 6 de marzo de 1862, que destruyó gran parte de los artesonados, cortinajes, cuadros y muebles que albergaba entonces la fortaleza y que obligó a un arduo trabajo de reconstrucción que duró cerca de 15 años.
