En el simulacro han intervenido efectivos del Cuerpo de Bomberos y de la Policía Local de Segovia, así como la plantilla de trabajadores del Alcázar y del Archivo General Militar -que comparten dependencias en la fortaleza- que han aplicado los protocolos establecidos para este tipo de contingencias.
El ejercicio ha comenzado con un supuesto accidente en el que un trabajador de mantenimiento sufre una caida mientras realiza labores de reparación en una de las ventanas de la Sala de Artillería de la fortaleza, y al caer, la herramienta eléctrica con la que trabajaba produce un cortocircuito que provoca un incendio en la citada sala.
El simulacro sirvió para probar la nueva salida de emergencia construida el pasado año en la fortaleza, ubicada en la coracha de la «Torre Albarrana», en la que el Patronato rector de la fortaleza invirtió cerca de 450.000 euros.
La salida, ubicada en la zona sur, permite duplicar la capacidad de evacuación del monumento, que recibe un millar de visitantes diariamente como media, lo que consolida la seguridad de los visitantes.
Por otra parte, los bomberos de Segovia pusieron a prueba el sistema anti-incendios del que dispone el monumento, diseñado por el Servicio de Bomberos de Segovia, y protege de forma específica en los 5.000 metros cuadrados de cubiertas y techumbres del edificio, cuya estructura de madera les hace especialmente sensibles al fuego.