Esta semana, varias noticias han llamado mi atención. La primera de ellas fue cómo en Segovia, en el entorno de la Avenida Obispo Quesada, un hombre de avanzada edad era robado por una mujer que, ofreciéndole la ayuda para llevarle la compra a su casa, le termina agrediendo y sustrayéndole la cartera. La segunda ha sido en Benalmádena (Málaga) donde un hombre de 73 años, desesperado, se ha quitado la vida tras haber sido estafado con casi 60.000 euros de su cuenta corriente por el robo de su tarjeta bancaria y su libreta, siendo los ahorros de toda una vida.
Noticias que alertan sobre el incremento de la delincuencia en nuestro país y en nuestros barrios. Es más, en la provincia de Segovia han aumentado un 24,7 % los hurtos y los robos con fuerza en domicilios con respecto al año anterior.
Lo sorprendente de estos datos es que ocultan la nacionalidad de los asaltantes y los españoles tenemos derecho a saber cuáles son los grupos de población que cometen más delitos.
¿Por qué se ocultan? ¿Estamos cuidando a nuestros mayores?
Estos hechos no son aislados y vemos cómo los criminales están poniendo el foco en los más débiles (nuestros mayores) para aprovecharse de ellos. Mientras, nuestros gobernantes no adoptan medidas que palíen una lacra social que no para de aumentar poniendo en riesgo, no solo los ahorros de nuestros mayores, sino también su integridad.
Nuestros mayores han levantado barrio a barrio, con su trabajo y esfuerzo, nuestra nación. Y una sociedad que no respeta y cuida a sus mayores es una sociedad que no se respeta a sí misma.
La infancia de nuestros padres y abuelos tuvo de escenario las calles de nuestros barrios y municipios. Espacios seguros donde andar a su aire, perderse y explorar con libertad el espacio en el que vivían y del que participaban; y donde las plazas, parques, comercios y mercados eran una proyección de los hogares aledaños.
Pero la desidia de las instituciones ha provocado la degradación de nuestros barrios, sin los servicios públicos ni las infraestructuras necesarias. Por otro lado, las políticas de fronteras abiertas impuestas por las élites y aplaudido por los diferentes gobiernos, han importado inseguridad y han provocado ruina, dinamitando el vínculo social y privando a las nuevas generaciones de una infancia como la que tuvieron sus padres.
¡Sin seguridad no hay libertad!
Las familias necesitan un entorno tranquilo y agradable donde echar raíces, crecer y prosperar, con la seguridad de que sus hijos no serán agredidos, de que sus hijas puedan salir de casa por la noche o de que sus mayores no van a ser atracados. Es intolerable que los que lo han dado todo por sus hijos y nietos, y que han visto nacer nuestros municipios, no se sientan cuidados y seguros en su propio barrio.
VOX se compromete a tomar todas las medidas necesarias para garantizar su seguridad, como incrementar la presencia policial y endurecer las penas.
VOX quiere recuperar la ley y el orden; reforzando la seguridad y los efectivos policiales en nuestras calles frente a la creciente delincuencia, el narcotráfico, los robos y la ocupación ilegal de viviendas para que nuestros barrios vuelvan a ser espacios donde merezca la pena vivir.
Por eso hoy más que nunca debemos cuidar lo nuestro, lo de toda la vida, empezando por nuestros mayores, y desde VOX pondremos todos los medios al alcance para favorecer la seguridad en nuestros barrios y que nuestros mayores puedan disfrutar sin miedo de su merecida jubilación.
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(*) Diputado Nacional de VOX por Segovia.
