El Gobierno de Afganistán firmó un acuerdo preliminar de paz con el grupo islamista Hezb-e-Islami, uno de grupos más importantes de la insurgencia. Los términos del acuerdo incluyen la amnistía a los miembros de Hezb-e-Islami y la liberación de los prisioneros detenidos por las autoridades afganas.
Aunque el grupo jugó un papel menor en la insurgencia talibán en los últimos años y es probable que el acuerdo no tenga un impacto inmediato en la seguridad del país, su firma significa que los talibán están dispuesto a unirse a las negociaciones de paz, lo que para el presidente afgano, Ashraf Gahni, supone un avance en el intento de sacar a los grupos del campo de batalla e introducirlos en el proceso político.
El líder de Hezb-e-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, considerado uno de los señores de la guerra, es un veterano que lleva décadas combatiendo en la guerra afgana y su grupo fue acusado de abusos generalizados, particularmente durante la guerra civil de los noventa, cuando Hekmatyar llegó a ser primer ministro. Estados Unidos vinculó el grupo a Al Qaeda y a los talibán y Hekmatyar se encuentra en su lista de terroristas desde 2003.
Mohamed Jan, adjunto al jefe de Gobierno, Abdullá Abdullá, señaló que este acuerdo preliminar supone un paso positivo pero que aún queda mucho trabajo por hacer para alcanzar un acuerdo final.
“Somos optimistas en relación al acuerdo y lo apoyamos totalmente”, señaló Jan a los periodistas en Kabul antes de que el acuerdo fuera firmado por una delegación de Hezb-e-Islami y agentes del Alto Consejo de Paz afgano. Pero el adjunto señaló que “este acuerdo no significa que el proceso esté finalizado”.
El anuncio de la firma se produjo mientras funcionarios de Pakistán, Estados Unidos, China y Afganistán se encontraban reunidos en Pakistán para llevar a cabo otra ronda de reuniones con el objetivo de sentar las bases para las negociaciones de paz con los talibán, que rechazaron unirse a las conversaciones y mantener las hostilidades en los frentes.
El grupo islamista, que tuvo durante años fuertes vínculos con Pakistán, no se unirá al Gobierno pero podría ser reconocido como partido político e involucrarse en las decisiones políticas. El Gobierno afgano incluso podría trabajar para tratar de eliminar al grupo la ‘lista negra’ del Consejo de Seguridad de la ONU.
El grupo islamista fue culpado por un ataque en 2013 en Kabul, donde perdieron la vida dos soldados y cuatro civiles estadounidenses y ocho afganos.
