Los principales dirigentes políticos de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia iniciaron en la tarde de ayer en Minsk sus reuniones para tratar de poner fin al conflicto separatista iniciado en las regiones ucranianas del este en abril de 2014 y que ya se ha cobrado más de 5.000 vidas.
Los esfuerzos diplomáticos se han reanudado ante el recrudecimiento de los combates en las regiones de Donestk y Lugansk, donde en las últimas semanas han sido bombardeados varios objetivos civiles, como hospitales y zonas residenciales.
Durante las horas previas a la reunión, se produjeron varios atentados que avivaron más el encuentro. Al menos seis personas murieron y otras ocho resultaron heridas cuando un proyectil impactó en una parada de autobuses en el centro de Donetsk, según informó el ‘ministro’ de Sanidad de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Viktor Kuchkovoi. También en Donetsk, un hospital fue alcanzado por un bombardeo en el centro de la ciudad, bastión de los separatistas pro rusos, causando la muerte de un civil, según informaron las autoridades separatistas.
En los momentos previos al encuentro, el presidente anfitrión, Alexander Lukashenko, recibió en el Palacio de la Independencia al ruso Vladimir Putin y al ucraniano Petro Poroshenko —por separado—en el comienzo oficial de esta cumbre. El presidente de Francia, François Hollande, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, llegaron y Lukhashenko obsequió a esta última con un ramo de flores.
A su llegada, Poroshenko advirtió de la urgencia de rebajar las tensiones en el este de Ucrania. “O bien la situación se encarrila hacia la desescalada, el alto el fuego (…) o la situación estará fuera de control”, previó al ser recibido por el mandatario bielorruso.
Los cuatro dirigentes participan solos en un primer encuentro que fue seguido por una reunión más amplia a la que ya asistieron las delegaciones al completo.
La reunión del ‘cuarteto de Normandía’, firmó documento por el grupo de contacto que comprende a Rusia, Ucrania y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, en el cual se afirmará el compromiso de todas las partes a respetar el plan de alto el fuego que fue acorado en Minsk, Bielorrusia, el pasado septiembre, y que suscribieron tanto el Gobierno de Kiev como los líderes separatistas prorrusos del este .
Petro Poroshenko, rechazó rotundamente una federalización para Ucrania propuesta por Rusia. El tira y afloja podría acabar en las próximas reuniones, según algunas fuentes, con la aceptación por parte del Kremlin de una amplia autonomía para el Donbas. Los separatistas aspiran directamente a la independencia de Kiev.
