El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dejó ayer claro que la violación del espacio aéreo turco por parte de cazas rusos no fue “un accidente” como dijo Moscú en base a la información de Inteligencia que recabaron del incidente y dejó claro que las acciones militares rusas en Siria constituirían “un motivo de preocupación” para los aliados. “No parece un accidente y hemos visto dos de ellos. Dos violaciones del espacio aéreo turco durante el fin de semana”, denunció el noruego en rueda de prensa. “Esto no nos parece un accidente”, incidió.
Stoltenberg rechazó confirmar si Rusia activó sus “radar de control de fuego sobre aviones turcos” pero insistió en que en base a “la inteligencia” que recibieron tendrían “razones” para decir que no parecería “un accidente lo que hemos visto”, al tiempo que rechazó “especular” sobre los motivos de Rusia.
La activación del radar del control de fuego se hace como paso previo al disparo de un misil y se hace en general bien para acosar a otro avión o para lanzar un ataque, según pudieron confirmar las fuentes aliadas que recalcaron que los aviones turcos disponían de sensores que les avisarían si se activan radares de otros aviones en su contra.
Asimismo, el secretario general de la OTAN dejó claro que Rusia no dio una explicación formal a los aliados de estos incidentes y explicó que los aliados discutieron “la posibilidad” de recurrir a las líneas de comunicación militar entre la Alianza Atlántica y Rusia para trasladar el malestar por estos incidentes a las autoridades militares rusas y darles la oportunidad de explicarse. La OTAN ya dejó claro a Rusia que estos incidentes no deberán “repetirse” en el futuro en este sentido.
