Mayo del año 1987: Belén Serrano Caballero, junto con más compañeras del club de baloncesto Jesuitinas, salían al balcón del Ayuntamiento para saludar a los segovianos por el ascenso a División de Honor. Digamos que eso puede ser el éxito que más recuerda nuestro personaje de esta columna.
Belén se inició en este deporte en el colegio de Jesuitinas. Tendría 7 añitos, cursando 4º de EGB. Es decir, esta chiquilla, en vez estar viendo en la tele a Pippi Calzaslargas, lo cambió por unas zapatillas para jugar al baloncesto, y le salió estupendamente; porque, además de Jesuitinas-Caja Segovia de División de Honor, también jugó con Xuncas de Lugo y Halcón Viajes (luego Perfumerías Avenida). Y en el ámbito internacional estuvo en la Selección Española juvenil, año 1985; en el Torneo Seis Naciones, en el Preeuropeo y en el Europeo; y en 1987, con la absoluta en la Universiada de Zagreb (antigua Yugoslavia).
Durante su larga etapa en el club de sus amores, Jesuitinas-Caja Segovia, tuvo excelentes compañeras segovianas; que, además, continúan siendo amigas para siempre. No puedo citar a todas por la limitación de espacio, y podría dejarme alguna; pero sí señalar otras foráneas que dejaron huella: Rosa Ruilova, Enma Bezos, Esther Tordesillas, Cheryl Cook, Caty Boswel, Theresa Spaulding, Dawn Stanley.
Belén es técnico de deportes en la Diputación Provincial. Han pasado algunos años, pero su particular reloj del tiempo no corre para seguir unida al deporte. Por cierto, continúa participando con su amiga Malú en la clásica San Silvestre segoviana. Por todo lo aquí plasmado y mucho más, debe ser nombrada personaje genuino del deporte segoviano.
