Agentes de la Guardia Civil detuvieron a siete personas, cuatro en la localidad segoviana de Cerezo de Abajo, pertenecientes a dos grupos criminales, que están acusados de robar una tonelada de cobre del tendido telefónico valorado en 910.000 euros. Estas personas, a las que se les acusa de más de un centenar de robos, operaban en las comunidades autónomas de Castilla y León, en concreto cometieron delitos en las provincias de Segovia, Valladolid, Palencia y Zamora, Castilla-La Mancha y Madrid y según la Benemérita eran “muy activos”.
La Guardia Civil detuvo a cuatro personas en Cerezo de Abajo al ser sorprendidas serrando varios postes del tendido telefónico. El segundo de los grupos criminales fue desarticulado el pasado de mes de enero con la detención de otras tres personas, dos en la localidad de Coslada (Madrid) y una en Guadalajara.
En el marco de la operación ‘Zintat’ fue investigada como receptador de la mercancía robada otra persona. Los agentes registraron una chatarrería en la localidad de San Fernando de Henares donde se recuperó una tonelada de cobre quemado procedente de los robos del tendido eléctrico y abundante documentación.
La operación se inició en enero del pasado año cuando la Guardia Civil detectó un aumento de robos de cableado perteneciente al tendido telefónico que afectó a unas 30 poblaciones de la provincia de Guadalajara donde se vio interrumpido el servicio telefónico de forma temporal.
Tras continuar con las investigaciones, los agentes detectaron dos grupos criminales asentados en la Comunidad de Madrid, que se dedicaban en exclusiva a la comisión de este tipo de robos. Asimismo, se percataron que los integrantes de estos grupos trabajaban de forma coordinada y presentaban una alta movilidad geográfica. Cometieron varios robos semanales en poblaciones de las tres comunidades autónomas.
Además, contaban con una red de receptadores a los que entregaban rápidamente la mercancía para su venta. Igualmente se pudo saber que para cometer los robos, los autores adquirían vehículos y furgonetas de segunda mano que abandonaban después de perpetrarlos.
MODUS OPERANDI
Los presuntos autores de estos hechos serraban los postes telefónicos y una vez que se encontraban en el suelo seccionaban los cables en tramos de unos diez metros de longitud. Posteriormente los quemaban en el campo en zonas aisladas para desprender la cubierta del cableado y su posterior venta en el mercado ilegal.
