Cuenta Ottón Solís que cuando, maravillado, vio por primera vez el Acueducto de Segovia, una de las obras más colosales construida por la Antigua Roma hace más de dos mil años, preguntó si aquel monumento levantado con más de veinte mil piedras de granito temblaba alguna vez. En su Costa Rica natal, el país centroamericano ubicado en una intersección de placas tectónicas, donde los pequeños terremotos son habituales, un acueducto de tal magnitud ya estaría hecho añicos a causa de los seísmos. “Segovia es un museo viviente, es historia, es para mí un desafío intelectual permanente”, afirma con entusiasmo este profesor y economista costarricense, que se confiesa un enamorado de cualquier rincón de la ciudad castellana que destile historia.
Tras unos minutos de conversación, uno se percata de que Solís es, además de un docente apasionado, un político y economista curtido en mil batallas. Fue ministro de Planificación Nacional y Política Económica durante la administración costarricense de Arias Sánchez entre 1986 y 1988, y como líder del Partido de Acción Ciudadana, agrupación política de centro-izquierda, fue candidato a las elecciones presidenciales hasta en tres ocasiones. Ha sido diputado de la República, directivo del Banco Central de Costa Rica y representante de su país en el Banco Centroamericano de Integración Económica y en la OCDE, entre otros cargos de alta responsabilidad.
Actualmente, Solís exprime al máximo su actividad académica como docente universitario. En Segovia, comparte sus conocimientos y experiencia -también su motivación- con estudiantes de más de 140 países que conviven en el antiguo convento de Santa Cruz la Real, un edificio del siglo XIII, reformado en tiempos de los Reyes Católicos en el siglo XV, que alberga actualmente el campus central de IE University.
En este ambiente histórico y cosmopolita, el profesor Solís imparte un seminario sobre desarrollo, democracia y corrupción. Sus enseñanzas se alejan de aquellas viejas clases en las que el profesor sentaba cátedra desde su altura intelectual y lanzaba un mensaje unidireccional a sus alumnos. Aquí, el profesor Solís enseña a pensar a sus estudiantes, provoca el debate, el intercambio de puntos de vista, el diálogo abierto, la creatividad, en una interacción profesor-alumno que supone un enriquecimiento mutuo. “Yo creo que les contagio mi entusiasmo”, reconoce con una sonrisa.
En su seminario, el veterano político y economista costarricense aboga por la eliminación de cualquier atisbo de corrupción en democracia. Traslada a sus estudiantes la idea de que “la corrupción es el cuello de botella al desarrollo de un mundo que es, básicamente, democrático”. Según Solís, para que los pueblos progresen quizá no es tan importante implantar un determinado modelo económico, gestionar eficazmente la ayuda externa, elegir entre liberalizar los mercados o que el Estado intervenga para acabar con las desigualdades económicas. Para Solís, lo prioritario es erradicar la corrupción, una tarea complicada, “aunque “también es difícil luchar contra enfermedades como el cáncer, pero es algo que hay que hacer”.
En su opinión, los economistas del desarrollo deben de percatarse de esta realidad y dejar de jugar con “modelitos” (es decir, salir de lo puramente académico). Habría que, por ejemplo, “educar más a la población e invertir en ciencia y en tecnología”. Y advierte del peligro de abrazar la idea de que las dictaduras o regímenes autoritarios -donde la corrupción campa a sus anchas, no hay controles y todo fluye- son regímenes más eficientes.
Según este reputado economista, las democracias pecan de tener demasiados organismos controladores, abusan de trámites y de controles, lo que hace que el desarrollo “llegue a ser muy lento e ineficiente”. Para Solís, la receta es clara: no se trata de eliminar las instituciones de la democracia, sino de acabar, de una vez por todas, con las corruptelas. Ese es el pensamiento que quiere dejar en sus estudiantes.
“Yo he trabajado para bancos internacionales consiguiendo préstamos para Costa Rica, pero pueden pasar doce años y no ejecutarse. No era plata lo que hacía falta, lo que era necesario era eliminar la tramitología y los controles. Y la causa de que exista toda esa burocracia no es otra que la corrupción”, explica.
¿Por qué la profesión política está tan desacreditada? El profesor Solís sostiene que la razón es porque “es totalmente transparente”. “De la política se sabe todo. No es que haya más corrupción en la política que en otros sectores, sino que la actuación política es pública en democracia”. “La gente puede concluir que toda la política es corrupta y votar a los populismos; para enfrentarnos a esto, todos los que creemos en la democracia, tenemos la obligación de educar”, asegura.
Lejos de sentirse decepcionado con la política, Solís considera que la cosa pública tiene un papel cada vez más importante. “Es una de las actividades más nobles que conozco porque es un acto de servicio generoso. Cuando un político hace algo por el pueblo no espera que sea aplaudido, así de noble es esta actividad”, remarca.
Sobre la situación económica de América Latina, el profesor de IE University reconoce que “el continente ha tratado de industrializarse y de diversificarse, pero la mayoría de los países aún dependen del viejo modelo de materias primas, unos con petróleo, otros con cobre, granos o carne, y ahora algunos con litio, plata o estaño”. “Somos economías poco diversificadas y no hemos logrado incorporarnos a las cadenas de alto valor agregado”, indica.
Autor de números libros y artículos, tanto académicos como políticos, Ottón Solís ha ejercido la docencia en instituciones como la Universidad de Florida, la Universidad de Georgia y en la Universidad de Notre Dame (EE.UU), en la Universidad de Manchester y en la Universidad de Reading (Reino Unido), entre otras. “Enseñar en IE University en España es realmente motivador ya que doy clase a alumnos de muy diversas nacionalidades, es un centro verdaderamente cosmopolita, algo que no había experimentado en otras universidades del mundo donde he dado clase”, indica.
SEMINARIOS AVANZADOS
El seminario que imparte Solís forma parte del programa de seminarios avanzados de IE University, que coordina el profesor Juan Alcalde. Se ofrece un total de 75 seminarios, de seis sesiones más trabajos en equipo, que abarcan disciplinas como las relaciones internacionales, el emprendimiento, la sostenibilidad, las humanidades, la tecnología, la innovación y el bienestar y la salud. Entre los profesores de este año figuran, entre otros, Julio Somoano (ex Jefe de los Servicios Informativos de TVE), Miguel Angel Fernández-Ordóñez (expresidente del Banco de España) o Miguel Angel Paniagua (periodista de la COPE y experto en eSports).
