Sin duda es un deporte que enamora pero también es un amor al que avalan los datos, por lo que hoy propongo una columna cuantitativamente sugerente.
En el ecuador de la temporada, el baloncesto segoviano superará los 500 partidos entre la competición federada y Avispa Calixta.
En el mes que cierra el periodo de fichajes ya son 1015 licencias federadas por los trece clubes que participan en las competiciones FBCyL. El pastel de las licencias se divide en tres grandes trozos. El CD Base suma un 32%, los cinco equipos de la provincia han inscrito un 36% de las licencias totales y el 32% restante los siete equipos inscritos en la capital.
Del total de clubes que juegan en Castilla y León, un 22 % lo hacen en Segovia, sin duda un dato relevante. Pero si algo me enamora del baloncesto segoviano es la relevante presencia y el trabajo que se está haciendo en los distintos pueblos, fomentando la práctica deportiva y trabajando proactivamente para atraer la atención de niños y niñas.
El top cinco provincial lo lidera Cuéllar, seguido de Saltamontes de Valverde del Majano. Jabalines San Rafael es tercero y La Lastrilla y Cantimpalos, cuarto y quinto respectivamente.
En los pueblos cada temporada suma la ilusión de las familias y el compromiso de los deportistas. Sin duda el pilar del mérito es el trabajo, el tiempo y la implicación desinteresada de muchos entrenadores y gestores.
El objetivo en los pueblos no suele ser levantar trofeos, sino conformar grupos de apasionados deportistas que fidelicen su compromiso por el baloncesto.
Clubes como el CB Eufón Cuéllar que, con nueve equipos en las diferentes categorías, son un ejemplo que merece el reconocimiento y el aplauso de todos.
