Las obras regresarán a principios de 2014 al Palacio de Enrique IV gracias a un proyecto, impulsado por la Junta de Castilla y León, que pretende frenar el avanzado estado de deterioro que presentan los restos de esta antiguo inmueble, construído en origen a mediados del siglo XV. Impedir que avance la ruina de la edificación, acelerada en los últimos años, es el principal objetivo de la intervención proyectada por la Junta; aunque también que el Palacio, declarado BIC en 2005, muestre un aspecto exterior digno y acorde con su importancia histórica, según explicó ayer, en declaraciones a EL ADELANTADO, el delegado territorial de la Junta, Javier López-Escobar.
El Ayuntamiento concedió la licencia de obras en su última sesión, el pasado jueves, mientras que la Junta ya abierto el proceso para licitar las obras, que cuentan con un presupuesto de ejecución de 302.151,86 euros, de acuerdo con la documentación presentada ante Urbanismo para obtener el permiso. La administración regional ha anunciado, por su parte, que la inversión total rondará los 450.000 euros. El pasado 9 de septiembre el BOCYL anunció la licitación de las obras; fijando para el próximo 7 de octubre la presentación de ofertas en la Consejería de Cultura. Las plicas se abrirán diez días después, mientras que se espera que la contratación se produzca antes de final de año. López-Escobar indicó que las obras comenzarán a principios de 2014 y se desarrollarán a lo largo de seis meses.
En síntesis, y de acuerdo con las explicaciones del delegado territorial, el proyecto permitirá limpiar el patio interior de vegetación, adecentar las fachadas y «en la medida de lo posible» hacer visible la parte del Palacio de Enrique IV que aún se conserva a la espera de un futuro proyecto de rehabilitación integral del inmueble. También se colocará una cubierta provisional para proteger a los restos de humedades y se retirarán los andamios y el trampantojo que, desde hace años, ocultan al transeúnte la visión de las fachadas que aún se conservan en pie. «Queremos que el monumento recupere dignidad», señaló López-Escobar.
Como se recordará, la Consejería de Cultura y Turismo llevó a cabo en 2006 unas obras de emergencia que evitaron la ruina total del edificio, mediante la colocación de estabilizadores en las fachadas, y apuntalamientos en el interior.
Desde entonces, según fuentes de la Junta, el deterioro de la edificación ha avanzado. Un informe sobre el estado actual del inmueble, que construyera Juan II para su hijo Enrique, ha detectado el deterioro de los paramentos exteriores e interiores por acción de los agentes atmosféricos, debido a la falta de protecciones. Otro de los aspectos que ahora se pretende corregir con este proyecto es la ocupación de la vía pública, que impide no solo un adecuado tránsito peatonal, sino también la visión del monumento. Los técnicos han detectado un deterioro de alfarjías y coronación de muros y una falta de adecuación de la evacuación de las aguas pluviales en todo el edificio, con independencia de que el patio del Palacio está indundado de vegetación
Según la memoria del proyecto, las actuaciones previstas están encaminadas a garantizar la estabilidad de los restos del Palacio y a detener el proceso de ruina de sus fábricas y revestimientos debido a la ausencia de cubiertas, y a la vez recuperar el tránsito por las vías públicas actualmente ocupadas por los contrapesos de los estabilizadores.
Las actuaciones concretas que se llevarán a cabo son: eliminación del sistema de estabilizadores, y de los sistemas de protección de chapa existentes en la actualidad; implantación de un nuevo sistema de cubiertas que proteja los muros y alfarjías del monumento; refuerzo de la estructura actual de alfarjías y muros, mediante un nuevo sistema de madera laminada y policarbonato; reposición de los apuntalamientos existentes en alfarjías; limpieza de fachadas y protección con revoco y protección de los huecos existentes.
López-Escobar admitió que una de las actuaciones más destacadas del proyecto se dirige a colocar una cubierta provisional que impida que el agua contribuya a deteriorar aún más los restos.
Como se sabe, el Palacio de Enrique IV, que era propiedad de una empresa, fue adquirido en 2003 por otra sociedad por 900.000 euros con el fin de construir viviendas y dedicar una parte a usos culturales. La Junta de Castilla y León, en ese momento, no ejerció el derecho de retracto sobre la compra. La sociedad ‘Palacio de Enrique IV’ propuso al Ayuntamiento de Segovia un proyecto para construir siete viviendas y destinar un espacio para usos culturales privados, garantizando la conservación de artesonados y yeserías, los elementos más valiosos del conjunto. La propiedad fijó la inversión total en 4,2 millones de euros y anunció el comienzo de las obras para la primavera de 2004. En febrero de 2005 la Junta de Castilla y León aprobó la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para el Palacio de Enrique IV, lo que posibilitaba la expropiación forzosa del inmueble que la Consejería de Cultura y Turismo había anunciado meses antes, con la intención de dar un uso público a este espacio y posibilitar la ampliación del Museo Esteban Vicente.
En octubre de 2005 la Junta hizo público el acuerdo de necesidad de ocupación del expediente de expropiación forzosa del Palacio de Enrique IV, abriendo a los propietarios la posibilidad de presentar un recurso de alzada en el plazo de un mes. En mayo de 2006 el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León desestimó el recurso presentado por la propiedad contra la declaración de utilidad pública del inmueble.
En octubre de 2006 el Jurado Provincial de Expropiación fijó en casi 1,6 millones de euros el precio del Palacio de Enrique IV, elevando en más de 350.000 euros la tasación realizada por la Junta. Posteriormente, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) elevó la cantidad de la expropiación hasta un total de cerca de tres millones de euros, una sentencia que sería ratificada por el Tribunal Supremo.
El pago de la expropiación «sigue su curso y está a punto de finalizar», dijo ayer López-Escobar, quien admitió que la rehabilitación integral del Palacio es hoy inviable ante la falta de fondos económicos. «La Junta rescató un edificio BIC de la especulación inmobiliaria en beneficio de la ciudad, cuando haya fondos se acometerá la rehabilitación.
