El Plan Especial de las Áreas Históricas (PEAHIS), en fase de tramitación, permitirá intervenciones en media docena de huertas de conventos de la ciudad. El planeamiento ampara desde la construcción de edificios, como en San Antonio El Real, Santa Rita o Santa Isabel, hasta aparcamientos subterráneos, como en Las Oblatas —en fase avanzada de ejecución— o en el Seminario.
Aunque la ‘filosofía’ del PEAHIS es proteger las huertas, lo cierto es que esta protección se estructura en varios niveles. En la escala superior están las huertas que aún se conservan en los valles del Eresma y del Clamores, que cuentan con la máxima protección, al quedar calificadas como suelo rústico especialmente protegido.
Entre las huertas situadas en suelo urbano —casi todas asociadas a conventos— , el PEAHIS identifica dos como “inmodificables” y permite en el resto diversas intervenciones. Las huertas del convento de las Siervas de María, junto a la iglesia de San Andrés, y las del convento de las Dominicas, juno a la Trinidad, son catalogadas como ‘espacios libres singulares’ y, en consecuencia, cuentan con la máxima protección.
En el resto, que suman media docena de huertas de conventos, el planeamiento autoriza intervenciones, aunque “nunca se ocupa la totalidad de la huerta, solo una parte y el resto, la mayoría de la superficie, se deja libre y con la máxima protección”, aclara el jefe municipal de Urbanismo y redactor del PEAHIS, Manuel Marcos.
Según el arquitecto, el PEAHIS propone intervenciones asociadas a operaciones de interés general para la ciudad y que permiten solventar problemas de integración ambiental con edificaciones colindantes o que estén en el entorno próximo. “Son ocupaciones relativamente bajas y siempre justificadas”, añadió Marcos.
El Monasterio de San Antonio el Real fue construido en el año 1455 por Enrique IV de Castilla. La reina Isabel La Católica cedió el Convento de San Antonio el Real a las monjas Clarisas, que entraron a vivir el 12 de abril del año 1488. Las clarisas aspiran a conservar el monasterio, aunque incorporando nuevas actividades que les puedan dar un cierto aprovechamiento lucrativo para poder afrontar las tareas de rehabilitación. En este marco, el PEAHIS planteó inicialmente autorizar la construcción de cuatro pequeños edificios en el perímetro de la huerta capaces de albergar un total de 94 viviendas. La finca suma unos 37.000 metros cuadrados y se ocupan algo más de 11.000, por lo que quedan libres más de 26.000. Según Marcos, la ocupación es tan solo del 30% —incluyendo el monasterio, la hospedería y las nuevas edificaciones—. No obstante, las clarisas han presentado una alegación, que ha sido aceptada, en la que rechazan el uso viviendas, en tanto que aspiran a un proyecto que garantice la ‘intimidad’ que requiere la vida conventual . Según varias fuentes, las clarisas quieren aprovechar el aumento de edificabilidad que le permite el PEAHIS para construir en la huerta una residencia de ancianos, destinada a acoger a las religiosas mayores de la congregación y personas mayores con menores recursos.
Descartado el uso de vivienda, los representantes legales de las religiosas deberán presentar el correspondiente Estudio de Detalle que, entre otros aspectos, especificará el lugar concreto de la parcela donde se levantará el edificio o conjunto de inmuebles destinado residencia de personas mayores. El Estudio se someterá en su día a un periodo de exposición pública y presentación de alegaciones.
El PEAHIS permitirá construir viviendas en parte de la huerta del convento de la Encarnación o de Santa Rita, que habitan las monjas agustinas. En este caso, el planeamiento permite ocupar parte de la huerta para levantar un pequeño edificio destinado a viviendas con fachada a la Calle Larga. Tendría capacidad para 39 viviendas. La parcela del convento y huerta de Santa Rita tiene una superficie total de 1.270 metros cuadrados, mientras que la ocupación final suma 714, con lo que quedan libres unos 550 metros cuadrados.
La construcción de este pequeño nuevo edificio —que permite ordenar la perspectiva de la calle en un tramo que se encuentra degradado, con un espacio bajo de locales infrautilizados— se enmarca en la operación de transformación de toda la zona, que incluye también intervenciones en los inmuebles que construyó la cooperativa Pio XII, las antiguas viviendas que construyó Moises López y el convento de Santa Isabel.
En síntesis, el PEAHIS contempla revitalizar la zona y crear el nuevo barrio de la universidad, permitiendo la sustitución de viejas viviendas por otras nuevas que puedan ocupar los alumnos de la universidad.
El plan permitirá, en lo que hoy son los inmuebles de Pio XII, construir una nueva manzana de viviendas en bloque, que rodearían una zona verde. A esta manzana se sumaría una edificación que ocuparía parte de la huerta de Santa Isabel. Este conjunto sumaría un total 158 viviendas, a las que se añadirían las 39 viviendas el nuevo edificio ubicado en parte de la huerta de Santa Rita y las 85 viviendas que sustituirían las viejas edificaciones que construyó Moisés López.
Por otra parte, con respecto al antiguo convento y huerta de Las Oblatas el PEAHIS se limita a amparar obras en vías de ejecución. El planeamiento ampara la conversión del convento en un hotel de cinco estrellas y la construcción en su huerta de un macroaparcamiento con capacidad para 450 plazas. El Ayuntamiento aprobó entre 1999 y 2003 una modificación puntal del Plan Especial del Recinto Amurallado que asume el PEAHIS, y que establece que el espacio libre de la antigua huerta de Las Oblatas debe quedar libre de edificaciones en superficie. El hotel y el aparcamiento es la obra de mayor envergadura que se acomete en la ciudad. De los 40.000 metros cuadrados de aumento de edificabilidad que permite el PEAHIS en el casco antiguo, unos 18.000 metros cuadrados se centran en la parcela de las Oblatas —hotel y aparcamiento—. “El Plan no tiene más remedio que recogerlo, son decisiones políticas que tomó, en otra etapa, la corporación municipal”, indicó Marcos.
En la huerta del Seminario, el PEAHIS contempla un aparcamiento subterráneo para residentes y la ampliación, bajo rasante, de las instalaciones del futuro teatro Cervantes. Como ya informó este diario, representantes municipales y del Obispado mantienen desde hace meses conversaciones para firmar un convenio en relación a la huerta del Seminario.
