Retrospectiva para verme junto a mi inseparable amiga M. Ángeles en el campo de tierra del solar que ahora ocupa el pabellón María Martín y, tras ser elegidas en el reparto de equipos, jugar el partido de fútbol más emocionante del día. El objetivo, superar al guardameta que defendía su feudo entre dos piedras. Y es que jugar al fútbol siendo niña solo estaba a nuestro alcance en bonitos sueños y en los disputados partidillos en el barrio de la Estación.
Pero el fútbol femenino ya es una realidad para las segovianas. Ellas reivindican su protagonismo en la estela del principal deporte de España también en nuestra provincia, que no se ha quedado atrás en la creación de proyectos ilusionantes.
De ese trabajo de cantera nace la ilusión de una niña que invita a soñar con un futuro prometedor y su candidatura a ser el referente provincial del fútbol femenino. Su talento, compromiso y trabajo han llevado a Cristina Redondo a la Selección Sub 17 Española y desde su debut a afianzar la confianza de compañeras y seleccionador por su excelente trabajo, rematado con dos goles ante la selección alemana en el amistoso jugado la semana pasada. Y es que en el año que la selección femenina absoluta jugará su mundial, todas las miradas ya se fijan en las generaciones que vienen.
Podemos presumir orgullosos de paisana jugando en la élite del fútbol femenino y, lo más importante, impulsando este deporte entre las niñas porque es básico para los más pequeños tener ejemplos cerca que les inspiren trabajo y bonitos objetivos, sean del deporte que sean.
