El emperador segoviano Teodosio “no tuvo otra opción que pactar con los bárbaros”. Esa tesis ha sido defendida, en el transcurso del III Coloquio Internacional “Nuevas perspectivas sobre la Antigüedad tardía”, por Pedro Barceló, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Postdam (Berlín).
En su opinión, cuando el emperador natural de Coca llegó al poder “se encontró entre la espada y la pared”, pues debía estabilizar las fronteras, pero no contaba con medios para hacerlo. “En esa situación, lo mejor que pudo hacer fue llegar a un acuerdo pacífico, dándolos una parte de las tierras e implicándolos precisamente a partir de entonces en el cuidado de las fronteras”, agregó. Teodosio fue, por tanto, el primer emperador romano que firmó un tratado de asentamiento con los bárbaros.
Barceló, experto en la obra de Amiano Marcelino, al que considera “el gran historiador del siglo IV”, explicó que en su obra, compuesta por 31 volúmenes, presentó una “buena visión del tiempo de Teodosio”, haciendo especial hincapié en tres temas: el debilitamiento del Imperio, la irrupción del cristianismo y las invasiones bárbaras.
Tras el estudio de la obra de Amiano Marcelino, Barceló considera que Teodosio fue un emperador “clave” en la historia de Roma por diferentes motivos. Uno de ellos es el establecimiento, durante su etapa, del cristianismo como religión del Estado. “Teodosio es el primer emperador que se asocia con el cristianismo para reinar; esto crea un precedente que hipoteca la historia a partir de entonces”, sostiene Barceló. En su opinión, “la alianza entre el trono y el altar, la Iglesia y el Estado, se oficializa de alguna manera con Teodosio”.
Barceló aprovechó la ocasión para alabar a Segovia, ciudad de la que dijo que es “un museo al aire libre”. Además, reclamó a los segovianos que se conciencien de que su patrimonio antiguo resulta “extraordinario” y de que, unido al de otras etapas históricas posteriores, “es un aval de futuro”.
