Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea abordaron ayer las medidas más urgentes para atajar el drástico incremento de inmigrantes que llegan a territorio comunitario, con medidas que pasan por reforzar los controles de las fronteras exteriores del club y por aumentar las ayudas a países terceros que reciben en primer lugar a los refugiados. A su llegada a la cena informal convocada con carácter de urgencia, la canciller alemana, Angela Merkel, confió en que los líderes europeos den con una “solución seria” para mitigar esta crisis, si bien advirtió de que para ello es necesario ser “más activo” en política exterior y “ocuparse más de las causas”.
El primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, defendió la necesidad de ayudar a los países más afectados por la crisis de refugiados, tanto dentro como fuera de la Unión Europea pero avisó de que las normas que establecen los Tratados de “Schengen y Dublín deben seguir siendo la norma”.
Mientras que el primer ministro británico, David Cameron, aseguró que las medidas que se acuerden en la cena servirán para dar estabilidad a los países de origen y destacó que estas acciones “no son solo para ayudarles”, sino también para evitar que inicien el “difícil y peligroso” viaje a Europa.
También el presidente francés, François Hollande, adelantó que habrá “ayudas adicionales” para que los terceros países que reciben en primer lugar a los refugiados puedan tratarlos “como debe ser”. A juicio del belga Charles Michel, la estrategia que debería asumir la Unión Europea deberá incluir un enfoque “global, geopolítico”, que incluya tanto el compromiso político y diplomático como el humanitario. Además, no descartó, que fuera necesario estudiar “tal vez una opción militar, en el respeto del derecho internacional”.
La lituana Dalia Grybauskaitè aseguró, asimismo, que no van a reabrir el debate sobre cuotas de refugiados, aunque dejó claro que no se “pueden imponer por la fuerza”. También lamentó que los Veintiocho centraran el debate de las últimas semanas en la “redistribución de personas”, antes que en cuestiones importantes como el control de las fronteras exteriores de la UE, las normas de readmisión y ayudas para los países en África. Por su parte, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, apuntó que Grecia debería dejar a otros países este asunto, si no defiende sus fronteras.
