De forma progresiva, la administración viene habilitando medidas que posibilitan cada vez más el desarrollo de las nuevas formas de producción energética.
En una didáctica ponencia en la que participó el jefe del Servicio Territorial de Industria de la Junta en Segovia, Emilio García de Castro, recordó a los alcaldes presentes que los ayuntamientos no sólo deberían promover las denominadas comunidades energéticas, sino que, de impedirlo, podrían incurrir en alguna irregularidad.
García de Castro se muestra convencido de que aún está poco explorado este modelo. Pero que se puede impulsar y beneficiar sobre todo a los consumidores.
Las comunidades energéticas supone un formato de consumo híbrido, descentralizado y de generación distribuida. En lugar de producir electricidad en grandes centrales situadas a kilómetros de distancia, la energía se crea en pequeñas centrales para ser utilizada justo debajo del propio tejado y por familias que residan en un radio de un kilómetro de distancia. Si las placas van instaladas en el suelo, esta distancia de distribución se limitaría a un máximo de 500 metros. El objetivo es aprovechar la capacidad de cada tejado instalando tantas placas como sea posible. Se trata de una propuesta que beneficia a los consumidores, pero también al medio urbano y rural.
PROYECTOS EN MARCHA
Algunas administraciones se han puesto ya en marcha y trabajan para llevar a cabo proyectos de este tipo. Un ejemplo es el Ayuntamiento de Maderuelo, que quiere aprovechar el aparcamiento público del municipio. Colocaría paneles solares sobre las marquesinas o cubiertas de dicha instalación, y su producción iría a las viviendas de los vecinos. Con esta alternativa solucionaría los problemas que tienen las casas del pueblo, que, el encontrarse en un conjunto con patrimonio histórico protegido, no tienen posibilidad de hacer instalaciones particulares.
No es el único municipio que está analizando la propuesta. Pues también Cerezo de Abajo ha trasladado una consulta al Servicio Territorial de Medio Ambiente para llevar a cabo un proyecto parecido.
Existen algunas compañías distribuidoras que ya han comenzado a promover este tipo de instalaciones y ofreciéndoselas a los usuarios finales, porque están convencidas de su éxito, como por ejemplo Holaluz.
Esta entidad recomienda aprovechar el total de la capacidad de cada tejado instalando tantas placas como sea posible. El objetivo es que cada cliente reduzca su factura eléctrica al máximo, hasta llegar (si es posible) a los cero euros. La compañía garantiza una cuota de ahorro fija por contrato; de esta forma, dará igual que ese mes llueva o no haga sol. Al mismo tiempo, ofrece aprovechar el sobrante energético convirtiéndolo en ahorro. Además de comprar toda la electricidad que no se consuma (a 10 céntimos/kWh, un precio por encima de la media del mercado), utilizan ese excedente para, si es el caso, reducir la factura de otra vivienda que el cliente tenga. La innovadora fórmula permite sacar el máximo provecho a una instalación fotovoltaica instalada en una segunda residencia. Si el domicilio habitual no permite la instalación de paneles (por ser, por ejemplo, un piso) pero se dispone de otra casa que sí acepta la colocación de placas solares, se usará la energía sobrante que se genere en esa segunda vivienda para abaratar factura eléctrica de la primera.
LOCALIDADES AFECTADAS POR PROYECTOS DE GENERACIÓN DE ENERGÍA FOTOVOLTAICA
Proyectos de más de 200MW: Abades, Anaya, Añe, Cabañas de Polendos, Espirdo, Garcillán, Marazoleja, Marazuela, Martín Miguel, Valverde del Majano
Proyectos de entre 50 y 200 MW: Los Huertos, Marugán
Proyectos de entre 5 y 50 MW: Cantalejo, Carbonero el Mayor, Lastras del Pozo, Santa María la Real de Nieva
Proyectos de menos de 5 MW: Bernardos, Boceguillas, Brieva, Cabezuela, Campo de San Pedro, Cerezo de Abajo, Donhierro, Encinillas, Gomezserracín, Grajera, La Lastrilla, Moral de Hornuez, Muñopedro, Nava de la Asunción, Navalmanzano, Nieva, Roda de Eresma, Sanchonuño, Santiuste de San Juan Bautista, Torreiglesias, Villacastín.
