La división política en Ucrania es cada vez más patente. Y es que si los opositores al Gobierno llevan una semana en las calles protestando por el rechazo del Ejecutivo a firmar un acuerdo de asociación con la UE, ayer la formación del presidente, Viktor Yanukovich, el Partido de las Regiones, hizo un llamamiento a sus seguidores para que hagan lo propio y defiendan los edificios gubernamentales que se encuentran asediados por los manifestantes.
«Kiev no es la capital de la oposición, sino la de todo el país», argumentó dicho partido, por lo que reclamó a los cuerpos de seguridad que realicen una «evaluación legal objetiva» de la ocupación de inmuebles públicos.
El llamamiento surtió efecto, ya que partidarios de Yanukovich se congregaron en la plaza de la Constitución, delante del Parlamento, que se encuentra bloqueado por los detractores del Gabinete, que advirtieron de que continuará con su movilización hasta que se cumplan sus peticiones. «Las dos grandes demandas son la renuncia del Gobierno y el fin de las persecuciones políticas, así como la liberación de Yulia Timoshenko», declaró el líder del partido Patria, principal formación opositora, Arseni Yatseniuk.
Asimismo, miles de ucranianos se manifestaron ante la oficina del primer ministro, Nikolai Azarov, exigiendo su dimisión.
El propio Azarov denunció que los congregados «no luchan» en las calles para reivindicar los «valores europeos», sino para tratar de «alcanzar el poder» y, en este sentido, acusó a sus detractores de intentar apartar a los mandatarios legítimos.
Por ello, advirtió de las consecuencias de una nueva crisis política, pero subrayó que el Ejecutivo no permitirá que el país caiga «de nuevo» en un escenario catastrófico», remitiéndose a los anteriores intentos de la oposición para hacerse con el Gobierno: «La primera, la Revolución Naranja de 2004, y la segunda, la disolución ilegítima del Parlamento en 2007».
Así, transmitió a los miembros de su Gabinete que está preparando cambios en su equipo, pero también advirtió a los manifestantes que quienes incumplan la legislación y la Constitución serán castigados. «Todos los que sean culpables de actos ilegales, tendrán que responder por sus actos», indicó.
