El plan de reforma integral de la avenida de la Constitución incluye la construcción de hasta cinco pasos de peatones elevados; unos elementos de seguridad vial que permitirán aminorar la velocidad de paso de los vehículos por esta vía, una de las arterias principales de la capital, donde el firme de adoquín dará paso al asfalto.
Una vez que la Junta de Castilla y León ha completado el trámite de cesión de la avenida al Ayuntamiento y con el proyecto, al menos en su primera fase, ya redactado, el Gobierno municipal explicará ahora el plan de intervención a los vecinos de la zona, para pulsar su opinión y recoger posibles sugerencias, con el propósito de poner en marcha todo el proceso para licitar la primera fase de obras, según explicó ayer la concejala de Obras y Medio Ambiente, Paloma Maroto.
El proyecto contempla intervenir en un área total de unos 14.000 metros cuadrados; mientras que la longitud de la avenida ronda los 950 metros, entre la plaza de la Universidad y la carretera de Valdevilla. Las obras de remodelación de la avenida se ejecutarán en dos fases, en los años 2015 y 2016 y supondrán una inversión global de unos 1,5 millones, que asumirá al 80% el Ayuntamiento de Segovia.
Maroto confirmó que la primera fase se centrará en la calzada, con la incorporación de un nuevo pavimento y la sustitución de las redes de agua y el resto de canalizaciones subterráneas, ya obsoletas; con una inversión que superará los 800.000 euros.
La segunda fase, aún sin proyecto, a la que se destinará otros 700.000 euros, permitirá, en principio, la completa renovación de las aceras, en ambos márgenes, y de las canalizaciones subterráneas que se sitúan más próximas a la Base Mixta.
Teniendo en cuenta el tiempo que precisa la licitación, se antoja complicado que la obra pueda comenzar en el actual mandato municipal. Las previsiones más realistas apuntan que los trabajos arrancarán, casi con toda probabilidad, en el mes de junio. El plazo de ejecución para esta primera fase se estima entre cinco y seis meses.
De los 800.000 euros que se invertirán en la primera fase, 300.000 euros se destinarán a la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento de agua, mientras que el resto del presupuesto se dirigirá a la completa renovación del pavimento de la calzada y a diversas actuaciones, como la construcción de esos cinco pasos de peatones elevados. A esta primera fase la Junta de Castilla y León contribuirá con 200.000 euros, de los 342.000 euros que ha comprometido y que se ajustan a la cuantía mínima que, de acuerdo con la longitud de la avenida, tiene que acompañar a la cesión.
Nuevo pavimento
Como se sabe, la avenida, la única de las grandes arterias de la capital que aún conserva el firme de adoquín, presenta una calzada en estado deplorable, y unas canalizaciones subterráneas obsoletas, que han provocado, con frecuencia, averías en las redes de agua.
En este sentido, la primera intervención será el levantamiento de la calzada en aquellos puntos donde haya que sustituir las obsoletas tuberías de fibrocemento. En paralelo, se trabajará también en el ‘saneado’ del pavimento; esto es, en la eliminación de baches y hundimientos —especialmente llamativos en la zona más próxima al antiguo Regimiento de Artillería—.
Una vez nivelada la calzada, se incorporará una primera capa de aglomerado, que se tratará para que adquiera adherencia. A continuación se incorporará una última capa de asfalto, de seis centímetros. La sustitución del firme de adoquín por el asfalto reducirá la contaminación acústica y facilitará una circulación ‘sin sobresaltos’ para los conductores y para la mecánica de los vehículos. Como quiera que el asfalto, a diferencia del adoquín, invita a pisar el acelerador, el proyecto prevé esos cinco pasos de peatones elevados que, necesariamente, obligarán a los conductores a reducir la marcha.
En esta primera fase no se actuará sobre las aceras, si bien el proyecto contempla reducir ligeramente el tramo de calzada en todo el borde derecho (en sentido subida), con el fin de ampliar el espacio con la zona de parterres y evitar así que el estacionamiento de vehículos pueda afectar al arbolado de la zona. Es decir, se alejará el bordillo de la calzada de la zona de los parterres.
Esta primera fase concluirá con la dotación de una nueva señalización en toda la avenida. Maroto explicó que el proyecto contempla mantener, en líneas generales, el mismo número de plazas de estacionamiento al aire libre y permitir, como hasta ahora, el aparcamiento en línea o en batería, según el tramo. El propósito inicial es mantener dos carriles, uno por cada sentido de circulación, pese a que la anchura de la avenida permitiría hasta tres. A diferencia de lo que ocurre en el paseo de Ezequiel González y la avenida de Conde Sepúlveda, no se prevé incorporar una mediana para la separación de carriles.
La concejala explicó que la anchura de la calzada permitiría mantener dos carriles y habilitar un carril-bici. No obstante, según advirtió, habilitar un carril específico para el uso de bicicletas obligaría a reorganizar los estacionamientos, de tal manera que solo se podría estacionar ‘en línea’, lo que reduciría notablemente el número de plazas a disposición de los vecinos. Será ésta una de las cuestiones sobre la que se tendrán que pronunciar los residentes de la zona.
