Buenas noches y muchas gracias». Con apenas cinco palabras, la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, recogía el premio «Dómine Cabra» que la Asociación de la Prensa de Segovia (APS) le concedió para reprender sus prolijas intervenciones ante los medios de comunicación. El brevísimo discurso dejó estupefacto al auditorio, pero no era más que el principio de una broma con la que Clemente demostró encajar con buen humor el «premio malo» de la prensa segoviana que recogió de manos de Teresa Sanz en la cena organizada por la APS para celebrar la festividad de su patrón, San Francisco de Sales, que tuvo lugar en el Mesón de Cándido.
La consejera retomó el agradecimiento «amenazando» con un discurso de 50 folios, que finalmente resumió en una concisa intervención en la que expresó su perplejidad por este premio ya que «soy generosa y extensa en mis comparecencias, e intento dar datos, censos y estadísticas». Pese a ello, reconoció compartir con el licenciado cabra su gusto por el puchero, aunque precisó que siempre confeccionado con productos de la marca de garantía «Tierra de Sabor», y posteriormente aseguró aceptar el premio con «deportividad», al entender el carácter «constructivo» de las críticas de los profesionales de los medios segoviano. Así, manifestó que la información que maneja en su departamento es «bastante compleja, por lo que intento que los periodistas puedan transmitir a la sociedad la mejor información posible».
En el envés de los premios de la APS, la directora de la compañía Nao d’Amores, Ana Zamora, recibía el premio «San Frutos» de manos de Mariví Domínguez, que agradecía el esfuerzo realizado por la directora y dramaturga segoviana que tuvo que aplazar unos días un viaje a Brasil para poder estar presente en la entrega del premio. Zamora agradeció esta distinción que aseguró es «fruto del apoyo de esta ciudad a nuestra labor», y destacó la «sensibilidad» de los profesionales de la información hacia los eventos culturales y artísticos, así como la «responsabilidad y el compromiso moral» que artistas y periodistas comparten en el ejercicio de su profesión.
Antes de la entrega de los premios, el presidente de la APS, Alfredo Matesanz, dio lectura a una intervención en la que reivindicó el periodismo en un momento difícil para la profesión, y denunció las «malas prácticas» de las empresas periodísticas que priman los números sobre la calidad de la información, así como la amenaza de «otras formas de expresión ciudadana en diferentes plataformas que desde el anonimato tratan de confundir y manipular con verdades a medias, sin que les importe lesionar los derechos de terceros y alterando la convivencia y la paz social». Matesanz tuvo también un recuerdo para el maestro de periodistas Manu Leguineche, primer galardonado con el premio «Cirilo Rodríguez» y fallecido esta semana, y para Marc Marginedas, Javier Espinosa y Ricardo García, actualmente secuestrados en Siria, y para quienes pidió su pronta liberación.