¿Por qué esperar? Esto es lo que debieron de pensar los jugadores de la Gimnástica Segoviana durante el partido de ayer ante la Sociedad Deportiva Ponferradina. Y es que si se puede lograr la primera victoria de la temporada en tu debut en casa, no merece la pena tener complejo alguno, aunque seas un recién ascendido y tengas delante a un rival que el año pasado estaba jugando en Segunda.
Con esta premisa, los de Paco Maroto protagonizaron un encuentro serio, paciente, ordenado en defensa, sin apenas errores, de manera que consiguieron igualar las fuerzas con los bercianos, para después encontrar el momento justo y darles la puntilla con dos goles: uno de penalti y otro de antología.
En cuanto a los once hombres que salieron de inicio por parte de los gimnásticos, fueron los mismos que en el campo del Salamanca, con la excepción de Álex, que sustituyó a Chema, con molestias musculares. De esta manera, la Segoviana alineó a Jesús Alonso y Dani Palacios en los laterales de la defensa, con Álex y Pablo en el centro; Ricardo y Maikel de mediocentros, Cajoto y Font como extremos; Agustín de mediapunta y Fran como hombre más adelantado.
En el banquillo, como novedad de última hora, destacaba la presencia de Mario como guardameta suplente, tras la lesión de Iván. Y es que los azulgrana partían con problemas en la portería, ya que Durán también afrontaba el choque con molestias físicas.
A los tres minutos los de casa se acercaron por primera vez con peligro, con una jugada al contragolpe, que partió de las botas de Agustín, pasó por la banda derecha a los pies de Font, quien centró al área, pero el balón fue despejado a corner por un defensa que llegó antes que Fran. Seguidamente, Ricardo lo intentó con un disparo potente que se marchó alto.
Por su parte, una falta lanzada por Domenech en el minuto 8 y desviada a corner por Durán fue la primera ocasión peligrosa de los bercianos.
De esta manera, en los compases iniciales no hubo un claro dominador, si bien conforme iban transcurriendo los minutos los espacios se abrían, obligando a las defensas a emplearse a fondo, sobre todo la de la Segoviana en las peligrosas acciones a balón parado de la Ponferradina. Y es que los segovianos lograron maniatar a los visitantes, sin dejarles crear.
El siguiente acercamiento azulgrana a la puerta de Orlando no fue hasta el 36, cuando Fran recortó y buscó un disparo que acabó siendo demasiado flojo y fácil de detener. Mientras, a solo tres minutos para el final de la primera parte el central ponferradino Alan Baro tuvo en sus botas el 0-1 con un lanzamiento de falta que despejó muy bien David Durán.
Tras el descanso la Sociedad Deportiva Ponferradina salió más incisiva, pero la zaga azulgrana no daba tregua, y un ejemplo de ello fue la acción de Dani Palacios, que arrebató el balón a un jugador visitante cuando ya estaba listo para disparar dentro del área.
La Segoviana tardó 10 minutos en hilvanar la primera jugada peligrosa de ataque, que acabó en corner tras un buen cambio de banda de Jesús Alonso hacia la izquierda. A la hora de partido Paco Maroto varió su línea atacante, con la entrada de Terleira por Font, con lo que el ex de la Cebrereña se colocó en la punta, dejando a Fran en la banda derecha.
De nuevo en una acción a balón parado, con un saque de esquina, Alan Baro tuvo una buena ocasión al peinar el balón, que se marchó algo cruzado. Pero la más clara fue la del brasileño Yuri, en el 70, que ganó la posición a Pablo, avanzó hasta el área y buscó el disparo colocado, pero se marchó fuera.
Los goles no aparecían, y las ocasiones lo hacían con cuentagotas. Pero, cosas del fútbol, en una acción sin peligro tras un saque de banda de Jesús Alonso, Alan Baro tocó el balón con la mano dentro del área, con lo que el penalti fue claro. Fran fue el encargado de marcar el 1-0, con un lanzamiento cruzado a la izquierda de Orlando.
Animada la Segoviana tras el gol, Jesús Alonso, tras el saque de falta de Cajoto, estuvo a punto de sentenciar el partido, pero su remate a ras del suelo se marchó desviado.
Y es que los de Paco Maroto no renunciaron al ataque, y vieron recompensado su esfuerzo con el golazo de Terleira en el 86. El delantero sorprendió al portero con un disparo a la media vuelta, desde cerca del centro del campo y sin dejar caer el balón.
Pero el partido no estaba sentenciado, ya que en el 88 Durán vio la segunda amarilla por despejar fuera del área con las manos, y Ricardo tuvo que actuar de portero durante cerca de siete minutos, ya que Paco Maroto ya había hecho los tres cambios. Por fortuna para el centrocampista azulgrana, el rival no llegó a tirar a puerta.
