Alrededor de 900 personas juegan al ajedrez de forma habitual en la provincia de Segovia, de las que 600 son hombres y 300 son mujeres. Las cifras forman parte de una estimación realizada por la guía apuestas-deportivas.es, que está basada en las encuestas de Hábitos Deportivos 2015 y 2020 recogidas por el Instituto Nacional de Estadística, así como en el Anuario de Estadísticas Deportivas 2022 del Ministerio de Cultura y Deporte.
Sin embargo, el número de segovianos que juega al ajedrez de forma esporádica, al menos una vez al año, es de 3.100 personas. Y es que, a pesar de la gran oferta de entretenimiento digital existente, es habitual que las familias tengan un tablero de ajedrez por casa. En el caso de Segovia, 32.000 personas poseen o pueden pedir prestado un tablero físico de ajedrez. Aunque, por supuesto, prácticamente todo el mundo puede acceder a un tablero de ajedrez digital.
La presente estimación arroja también un dato curioso, y es que el número de personas que ha jugado recientemente al ajedrez entre 15 y 24 años es mayor que en otras franjas de edad superiores. Es decir, el interés por el ajedrez es mayor en la juventud y va descendiendo a lo largo de la vida.
Se trata de un juego con una larga tradición que merece la pena aprender pero que mucha gente, una vez se hace con las reglas básicas, abandona su práctica. En la provincia de Segovia hay unas 400 personas entre 15 y 24 años que juegan al ajedrez, una disciplina que disputó sus primeros campeonatos del mundo oficiales a finales del siglo XIX, sucediéndose desde entonces hasta la actualidad, consolidando un juego centenario y convirtiéndolo en un inusual deporte que todo el mundo puede disfrutar.

EL DEBATE

El ajedrez fue reconocido como deporte por el Comité Olímpico Internacional en el año 1999, aunque solo ha formado parte de unas olimpiadas como disciplina de exhibición. Y es que, además de que algunas partidas pueden hacerse eternas, lo que le hace perder atractivo como deporte, todavía hay personas a las que les cuesta ver el ajedrez como una disciplina deportiva.
Los defensores del ajedrez como deporte se apoyan en diversos apartados como los de la competitividad, la preparación mental, la tradición, el riguroso reglamento y otras contribuciones que el entorno del ajedrez ha aportado al deporte en términos organizativos. Los críticos, por su parte, alegan que si el ajedrez fuera deporte olímpico también podría serlo cualquier otro juego de mesa, o incluso un videojuego, aunque estos puedan tener un componente de azar que el ajedrez no tiene en ningún caso.
Pero los deportes mentales solo tienen sentido entre seres humanos. Varios ajedrecistas han fracasado intentado vencer a una máquina, y de hecho la práctica totalidad de los jugadores profesionales utilizan ordenadores para perfeccionar su entrenamiento. Los más realistas saben que es prácticamente imposible vencer en una partida de ajedrez a un programa informático, y los más idealistas intentan, al menos, terminar en tablas. n