Más de 500 personas se dieron cita en el alto de la Sierra para celebrar una nueva edición de la Romería al Puerto de Malangosto que se celebra cada año en el primer domingo del mes de agosto. La marcha comenzó desde el chozo donde nace el río Cambrones, para dirigirse en procesión hasta la cruz donde se ofició la misa al aire libre, en el lugar donde supuestamente se conocieron la Chata y el Arcipreste de Hita en el Libro de Buen Amor.
La segoviana María Tardón dio vida a la Chata, magistrada de la Audiencia Provincial de Madrid especializada en los casos de violencia de género, recayendo sobre Luis García, director de destilación y envejecimiento de Dyc, la responsabilidad de encarnar al Arcipreste. La decisión del nombramiento de la empresa Dyc se pensó tras el descubrimiento de una botella de la marca segoviana en una de las labores de limpieza para habilitar el lugar.
La procesión del Cristo y la Virgen hacia el alto de la Sierra fue acompañada por los peregrinos que transportaban a los santos y por una banda de música que en ningún momento dejó de tocar durante el recorrido. Una vez situadas las esculturas en el risco donde se encuentra la cruz, se dio paso a la misa. En la eucaristía, oficiada por el párroco José María López, se recordó a los romeros fallecidos, dando especial importancia al cocinero Tomás Urrialde. También se abrió la posibilidad de que el obispo de Segovia oficie algún año venidero la ceremonia.
El nombramiento de los romeros, la Chata y el Arcipreste, fue el momento de máxima expectación. María Tardón y Luis García recrearon un año más el encuentro de ambos personajes recogido en uno de los pasajes del libro de Buen Amor. Entre los romeros destacó el galardón al de mayor edad y al menor, recayendo en este caso sobre Juan Requero, de 95 años de edad, y Adrián, un bebe de seis meses de edad de la localidad segoviana de La Granja.
Tras la finalización de la romería, los asistentes volvieron a bajar al chozo para degustar la paella, preparada en el lugar por los cocineros Dionisio Soto, José María de Frutos y Antonio Rodríguez. Para preparar la paella se invirtieron más de 65 kilos de arroz, 30 de conejo, 20 de pollo y otras cantidades de otros ingredientes como magros, cangrejo, mejillones o calamares. Tras finalizar la comida, se dio paso al sonido de las dulzainas que se entremezclaron con los bailes regionales típicos.
Juan Antonio Tapia, en nombre de los Amigos del libro de Buen Amor, remarcó el nuevo éxito de asistencia que fue ligeramente superior al de pasados años. Tapia destacó el compromiso de los segovianos con la romería, diciendo que «la gente viene mayoritariamente de la provincia de Segovia, sin necesidad de que sean residentes en los pueblos de alrededor». Por último, alabó la interpretación de María Tardón y Luis García en su actuación, que calificó de «excelente».
De nuevo un año más la romería significó un día de distensión para los asistentes. La procesión atrajo a numerosos peregrinos, pero no fueron menos los que se acercaron para disfrutar de un día soleado en familia en compañía de la naturaleza.