Marta Álvarez, profesora del IES La Albuera y la artista Ana Nan (ilustradora y diseñadora gráfica) presentaron de forma independiente un proyecto a la plataforma MAR (impulsada por el Museo Reina Sofía, la asociación hablarenarte y la Fundación Daniel y Nina Carasso para promover acciones de cambio relevantes en el terreno de las pedagogías críticas). Consiguieron una beca que les ha permitido trabajar con medio centenar de alumnos de Secundaria en una investigación sobre nuevas metodologías educativas para la filosofía a través de las artes.
Con el impactante nombre de ‘Contubernio para una filosofía útil en las aulas’, Álvarez explica que frente “al tratamiento que se hace muchas veces del arte como un apoyo e incluso un decorado, queríamos trabajar haciendo arte y hemos aprendido a analizar piezas artísticas desde un punto de vista filosófico pero, además, a producirlas, siempre en un contexto contemporáneo”.
La temática de la investigación se ha circunscrito a la filosofía política, entre otros motivos por la facilidad para encontrar piezas artísticas en ese marco.
Durante el último trimestre del año pasado, un agente externo al centro educativo, la artista Ana Nan, se introdujo en el instituto segoviano e hizo en cierto modo una residencia con los alumnos, llevándoles a un museo de arte contemporáneo (el MUSAC de Castilla y León, en la capital leonesa) y a un centro cultural, el de la Fundación Cerezales, en Cerezales del Condado (provincia de León). A través de ese diálogo, tanto dentro como fuera del centro, es como se ha generado el aprendizaje.
El proyecto reivindica también la filosofía como disciplina de estudio pero las promotoras sostienen que “entendemos que tiene que ser revisada en sus planteamientos porque el currículo está ciertamente anquilosado, es muy masculino, demasiado clásico… En fin, muy de mantener el estatu quo”.
Esta iniciativa innovadora se ha presentado este mes en Madrid y en Segovia, después del trabajo trimestral en el IES La Albuera y la continuidad de la investigación durante el verano por parte de la profesora y la artista para concluir con una publicación que recoge toda la experiencia.
En Segovia el lugar elegido para la presentación ha sido el propio instituto, “para legitimarlo como espacio donde pueden suceder otras cosas que no sean clases aburridas porque, a veces, para hacer cosas bonitas o especiales, en lugar de hacerlas en el centro, parece que nos vamos a un teatro o a un centro cultural. Nosotras queríamos que sucediera en el instituto”.
Consistió en un taller matutino a cargo de un coordinador de exposiciones del MUSAC, Eneas Bernal, que “para mí es una manera como docente de iniciar el nuevo curso implementando la metodología en la que hemos trabajado”, explica Álvarez, y una presentación colectiva por la tarde con asistencia de alumnos, familiares, docentes y docentes de otros centros, “algo muy interesante porque hubo bastante participación y es importante que se produzcan conexiones y compartamos estrategias y experiencias” sobre cuestiones como el estudio de las humanidades, problemáticas asociadas y los cambios que creemos tienen que producirse.
Álvarez admite que la filosofía tiene mala imagen, “es una materia que se suele considerar hiperaburrida, apolillada y hay profesores de Filosofía que no quieren hacer actividades extraescolares porque dicen que hay que tomársela en serio. Precisamente por eso, porque nos la tomamos muy en serio, nuestra propuesta ha sido darle una vuelta”.
Una de las conclusiones de la investigación es que para el alumnado ha supuesto un aprendizaje, con metodología artística, diferente, más placentero y, en principio, más duradero.
Sin embargo, para su desarrollo se necesita financiación que a día de hoy no está disponible en los servicios públicos, así como tiempo y espacio.
La profesora promotora habla de edificios educativos obsoletos, estropeados incluso y, aunque la Administración pide a los docentes que innoven, estos no cuentan con el tiempo necesario para hacer cosas diferentes en las mejores condiciones.
