Las comunicaciones y el transporte volvieron a mostrarse como los sectores más sensibles en la convocatoria de huelga, entre otras cosas, por marcar el nivel de actividad de otros muchos sectores económicos.
Los servicios mínimos establecidos dejaron reducidos los trayectos, tanto en tren como por carretera. Fueron los únicos que funcionaron en las dos líneas ferroviarias, tanto en la convencional como en la de Alta Velocidad. Y algo parecido ocurrió con las líneas de autobuses de La Sepulvedana que comunican Segovia con Madrid.
Los numerosos segovianos que cada día se desplazan a la capital de España o a Valladolid en estos medios, debieron utilizar vehículos particulares u optaron por no viajar este día. La estación Segovia-Guiomar estuvo prácticamente desierta todo el día, pues también se vieron afectadas las líneas de autobús urbano entre la ciudad y la infraestructura de Juarrillos. A juicio de la Federación Empresarial Segoviana (FES) los servicios mínimos fijados en el transporte fueron “claramente insuficientes”, hasta el punto de llegar al “aislamiento total en las comunicaciones ferroviarias con Madrid y Valladolid, como ocurrió en la última huelga general”.
Perjuicios
En un comunicado dijeron calificó de “escasísimos” los servicios mínimos marcados para el transporte colectivo por carretera, “lo que ha impedido a muchos trabajadores, estudiantes y ciudadanos en general sus desplazamientos a los centros de trabajo situados en ciudades del entorno”. “Es una situación que ha perjudicado a cientos de empleados en sus desplazamientos habituales a sus centros de trabajo y que para FES resulta inadmisible”, dijo la patronal segoviana en el mismo comunicado.
En un balance general realizado por la FES, el aspecto más negativo fue “el aislamiento” al que la convocatoria de huelga y los insuficientes servicios mínimos fijados “sometieron a los segovianos, fundamentalmente en el transporte ferroviario con Madrid y Valladolid, que no contó con ningún servicio; y en el de autobuses con la capital de España”.
Los estudiantes que todavía no habían cogido vacaciones de Semana Santa optaron en su mayoría por no viajar. Otros las adelantaron a ayer jueves en lugar de hacerlo hoy viernes.
Respecto a las estaciones de servicio, también en ellas se vivió un ambiente extraño ayer. Aunque reinó la normalidad en la actividad de suministro, fueron circunstancias externas a la huelga las que hicieron que se vendiera menos combustible. Según indicaron desde la patronal, las trece gasolineras de la provincia designadas como servicios mínimos pudieron atender a sus clientes con regularidad, y el resto también prestó servicio porque abrieron. En todo caso, se registró una menor afluencia de clientes, pero no por la huelga, sino porque fueron muchos los que llenaron sus depósitos el día anterior debido a la subida en el precio del combustible que se iba a producir ayer jueves, según la patronal.
En la ciudad, la empresa responsable de la ORA encontró silicona en algunos expendedores de los tickets de aparcamiento. Algunos usuarios no pudieron colocar su justificante de pago, lo que les generó no pocos quebraderos de cabeza por el temor a ser denunciados. En todo caso, fuentes de la empresa señalaron que se había tenido en cuenta esta incidencia y que los mismos operarios habían tenido que proteger los aparatos para evitar la entrada de silicona dentro.
También fueron muchos empresarios autónomos dedicados al transporte los que optaron por no sacar sus vehículos con el fin de evitar problemas en algún punto de las carreteras españolas, especialmente los que realizan viajes fuera de la provincia de Segovia.
