La plazuela de la Iglesia de San Lorenzo, en el barrio del mismo nombre, está declarada Conjunto Histórico desde el 12 de julio de 1941. El Plan Especial de Áreas Históricas de Segovia (PEAHIS) indica en su catálogo que está situada en uno de los arrabales más importantes y antiguos de la ciudad, destacando por su conjunto de arquitectura popular que rodea al templo parroquial, así como por la singularidad de este último. A partir de 1970 se llevó a cabo un proceso de restauración del caserío pero, según el citado planeamiento urbanístico, al menos tres de las viviendas protegidas en este entorno presentan un estado de pésima conservación y otra está calificada como deteriorada. En todos estos casos están deshabitadas y son de propiedad privada.
Ya en febrero de 2017, responsables de la entonces gestora de la Asociación de Vecinos ‘La Parrilla’, así como vecinos del barrio, mostraron a la entonces alcaldesa, Clara Luquero, en la misma plaza, su la inquietud por el estado ruinoso sobre todo de inmuebles como el situado casi al inicio de la calle del Puente de San Lorenzo, en dirección al pilón desde la plaza, o el que hace esquina con la calle del Cardenal Zúñiga, con la cubierta prácticamente derruida.
El actual presidente de la asociación de vecinos, Félix Maroto, pone el acento en el tiempo transcurrido sin que la situación haya cambiado a pesar de la entrada en vigor del PEAHIS. Aunque entiende que se trata de edificios de propiedad privada, considera que las administraciones deben ser más proactivas en su rehabilitación.
Hay que recordar que esta asociación ha reclamado en varias ocasiones un programa de rehabilitación para el barrio similar al realizado en San José, en la antigua judería o en las Canonjías.
Desde el Ayuntamiento de Segovia, el área de Urbanismo ha requerido a los propietarios para que cumplan con el deber de conservación de los inmuebles y, en el caso de la vivienda situada al inicio de la calle del Puente de San Lorenzo, consta que la propiedad hizo una intervención para garantizar la estabilidad de la fachada.
La alcaldesa, Clara Martín, que además ha asumido el área de Patrimonio Histórico que ya ostentaba como concejala antes de la renuncia de Luquero este mismo año, afirma que el Ayuntamiento sólo puede intervenir subsidiariamente cuando hay riesgo de derrumbe sobre la vía pública.
Además, apunta las dificultades de cualquier intervención que conlleve una expropiación, enajenación, etc., a lo que se suma un largo procedimiento administrativo, e incluso en algunos casos recursos judiciales, por lo que no resolvería el problema.
Mientras tanto, Maroto lamenta que en los últimos cuatro años en el barrio no se ha realizado ninguna intervención de calado, con la excepción de los trabajos de pavimentación en la calle del Camino de la Huerta y otras actuaciones de mejora en redes subterráneas.
Así, el núcleo histórico del barrio continúa su declive, iniciado hace ya más de una década. A diferencia del entorno de Vía Roma, más dinámico, la zona antigua y pintoresca ha perdido población, comercio de proximidad y hostelería.
No ayuda tampoco el retraso sufrido en proyectos largamente demandados por el vecindario, incluso comprometidos tanto por la administración municipal como la autonómica.
El responsable del colectivo vecinal confía en que por fin se reinicien las obras del centro de Formación Profesional, en una finca del Terminillo, donde también está proyectado un nuevo instituto de Secundaria, que es una reivindicación histórica del barrio.
En el ámbito municipal, Maroto lamenta que todavía no se hayan iniciado las obras de una nueva pista polideportiva, una demanda que también se llevó a cabo a principios de 2017. La alcaldesa asegura que el trámite administrativo está avanzado, como también la reclamación más reciente de una valla en el puente sobre el río en la zona de Vía Roma, aunque en este caso el retraso se debe a los problemas de suministro de nuevas farolas para la acera, que son necesarias para facilitar la accesibilidad a personas con silla de ruedas.
El vecindario en general se lamenta de la falta de inversión en un barrio muy dinámico en lo cultural y social y que, al igual que otros, ha visto como desaparecen hasta algunas oficinas bancarias.
Turismo
Hasta la plaza de San Lorenzo se desplazaron ayer, con motivo de la celebración del Día del Vecino que organiza la Asociación ‘La Parrilla’, representantes de cuatro de las cinco formaciones políticas con representación en el Ayuntamiento de Segovia, encabezados por la alcaldesa, Clara Martín, junto a tres concejales del Grupo Socialista; el portavoz de IU, Ángel Galindo, que es concejal de Medio Ambiente y Juventud y teniente de alcalde; el portavoz del PP, Pablo Pérez, acompañado de cinco ediles del Grupo Popular, y el portavoz de Podemos, Guillermo San Juan.
Aunque se trataba de una jornada de convivencia vecinal, sin duda tanto la alcaldesa como otros concejales aprovecharon para departir con los vecinos y estos para demandar mejoras en el barrio.
Una de las cuestiones que sin duda salió a relucir es la de las posibilidades turísticas tanto del núcleo histórico de San Lorenzo como de su entorno natural: riberas del Eresma y Ciguiñuela, Alameda del Parral, huertas y cacera de regantes, etc.
Solo la plaza de San Lorenzo, declarada Conjunto Histórico y, por lo tanto, bien de interés cultural, tiene un gran atractivo para los visitantes, porque conserva, en parte, la estructura y forma originales. Las casas, de cronología incierta, entre los siglos XV y XIX, tienen dos plantas y se apoyan sobre canes de madera y carrera. Desde mediados del XIX empezaron a revocarse, en algún caso con esgrafiado, ocultando el sistema original característico de ladrillo y entramado, recuperado en algunas a mediados de los setenta.
Asociación
La Asociación de Vecinos ‘La Parrilla’ es una de las más dinámicas y reivindicativas de la ciudad y representa a cerca de 800 socios.
Aprovechando el Día del Vecino, actividad que ha recuperado esta asociación después de dos años de paréntesis por la pandemia, su directiva puso en marcha una campaña de captación de socios (la cuota anual es de 10 euros), así como de venta de lotería de Navidad con la que recaudar fondos para sus actividades.
Demografía
- Distrito 7. El barrio de San Lorenzo, junto al de San Marcos y Zamarramala, forma parte del distrito 7 del municipio de Segovia.
- Población. El conjunto del Distrito tiene una población empadronada de 6.307 personas, a 1 de enero de 2021, última cifra definitiva recogido por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Teniendo en cuenta que San Marcos y Zamarramala se encuentran en la sección censal número 4 del distrito, junto a la zona de las calles de San Lorenzo como las del Terminillo, del Rosario, Santa Águeda, Domingo Vidaechea, del Río Ciguiñuela, del Progreso, Camino de la Huerta, del Cerro de las Nieves, del Arpa y de San Vicente el Real, la población de este último puede situarse en torno a los 5.500 personas, tirando a lo bajo, ya que calles como la del camino de la Presa o San Gabriel están en el distrito 3.
- Jóvenes. Los menores de 30 años del barrio no llegan a los dos millares (1.965 en todo el distrito), con un claro descenso sostenido de la población infantil, a tenor de las estadísticas del INE por grupos quinquenales.
- Mayores. La población con 65 o más años la formaban a 1 de enero de 2021 un total de 1.222 personas y 425 tenían 80 o más años.
- Extranjeros. Algo más de un millar de la población del distrito ha nacido en otro país y destacan 476 americanos (sobre todo colombianos y venezolanos), 253 procedentes de estados de la UE (con 175 búlgaros) y 225 marroquíes.
