La semana no podía arrancar peor. Jesús María ‘Chuso’, moría de pronto, sin avisos ni despedidas y con ello se abría la puerta de la tristeza, de las emociones, del dolor. Hoy, El Espinar sigue llorando la marcha de un hombre tan querido como comprometido. Hemos perdido un pedacito de alma.
Pero tal vez, por inesperada, haya un último legado que su pérdida nos deje; una lección de vida: ‘Carpe diem’. Disfruta el momento decía Horacio. Y es que frente al tránsito cabrón, alocado e inapelable del ‘Tempus fugit‘, sólo nos queda el placebo de disfrutar del instante con aquellos que nos importan. Me exijo vivir con la intensidad de lo que merece la pena y la mesura de la madurez sin fiar en el mañana porque, sencillamente, tal vez el mañana nunca llegue. Lo creo porque lo he vivido en mis propias carnes. Empaparnos del hoy y del ahora junto a los nuestros, es un tesoro que sólo valoramos al perderlo.
Sí, del presente se nutren los recuerdos, el alimento de los sueños, el crecimiento humano y todo lo que compartimos con aquellos que abrazamos. Con ellos hay que disfrutar del paisaje y con ellos hay que exprimir la naranja del día a día porque lo que haya de venir tal vez sea la nada. Y es que hay vacíos que no se pueden llenar porque, aunque las cosas continúen, nunca serán iguales. De no aprovechar el hoy, acabaremos como Penélope esperando en el andén.
¡Adiós, amigo, compañero de ñaque y columna! Ha sido un placer compartir contigo nuestro camino común.
