Si el Gobierno de Sánchez parte de unos ingresos que no van a ser ciertos, creará otro grave problema en las cuentas públicas del Estado. Las cuentas siempre se hacen preveyendo lo que se va a ingresar y en función de ello, determinar los gastos y no al revés, que es lo que ha hecho este Gobierno en los PGE 2023.
El Banco de España, la Airef, la OCDE y el BBVA se han cargado de un plumazo el cuadro macro de los PGE 2023 del Gobierno, rebajando a la mitad el crecimiento de 2023 y recortando desde el 2,1% hasta el 1,4% el alza del PIB y elevando 3,1 puntos la inflación, hasta el 5,6%. Las inversiones previstas por el gobierno en un 9,5% para el 2023, el Banco de España las reduce al 1,7% y las exportaciones previstas por el Gobierno de un 7,3 se quedarán en el 4%. El Gobierno llegará al cierre de esta legislatura con un PIB inferior al que había en 2019, cuando empezó a gobernar.
Los presupuestos no se corresponden con las previsiones económicas de los distintos organismos nacionales e interncionales, pues son exclusivamente electoralistas. Lo que se pretende con estos Presupuestos es comprar voluntades a golpe de subsidios, bonos y cheques.
Como poco, hasta 2024 España no recuperará el PIB anterior a la pandemia, mientras el resto de países de la UE lo recuperaron hace meses. Alguna responsabilidad tendrá el Gobierno de Sánchez.
Se habla por parte del Gobierno de la justicia social y de la equidad, pero hoy hay en España 13,1 millones de personas en situación de riesgo de pobreza y exclusión social y otros 3,9 millones de personas en situación de carencia material y social severa.
Las familias han perdido un 20 % de su poder adquisitivo en los últimos 18 meses y además van a tener que pagar 1.600s más al año por el precio de sus hipotecas, mientras el gobierno tendrá una recaudación extra a final de año de más de 40.000 Ms. En estos presupuestos deja fuera de la rebaja fiscal a los 10 millones de personas que tienen una renta inferior a los 14.000s anuales, así como a los 7,5 millones de personas que cobran más de 21.000s anuales. Un tercio de la subida del sueldo de todos los funcionarios se quedará directamente en las arcas públicas, tanto por el incremento del IRPF como de las cotizaciones sociales y el agujero fiscal en cuatro años de gobierno socialista y a pesar del aumento de recaudación extraordinaria de la inflación, hasta 31 agosto 28.000Ms, es de 340.000 millones de euros y esto es insostenible para un país como España.
El Gobierno gasta como nunca mientras los españoles se sacrifican como nunca. La sobre recaudación extrema por la subida de precios por la inflación, que no ataja el Gobierno, se produce a costa del empobrecimiento de los ciudadanos.
El PP quiere devolver a las familias el dinero perdido por la inflación y Sánchez lo impide, prefiriendo gastarlo y seguir endeudando a los ciudadanos y a las siguientes generaciones. Sánchez está hipotecando a todos los españoles sin importarle poner en riesgo el futuro de todos.
Y para terminar, estos últimos presupuestos de fin de la legislatura serán aún mucho más caros, pues sus socios les ahogarán en la negociación para cerrar temas pendientes. ¡Seguro!
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(*) Diputado Nacional del PP por Segovia.
