La empresa Segóbrida del Eresma, una de las sociedades particulares que integraban el accionariado de Segovia 21, ha entrado en concurso de acreedores. La solicitud, de carácter voluntario, se ha presentado en el Juzgado de lo Mercantil de Segovia, cuyo titular es Jesús Marina Reig.
La sociedad tenía como objeto la actividad inmobiliaria, desde la construcción a la promoción, la urbanización y la comercialización de inmuebles de todo tipo.
De acuerdo con la documentación que tramita el Juzgado de lo Mercantil, Segóbrida del Eresma acumula un pasivo superior a los cinco millones de euros. La decisión de presentar concurso la asienta en la “drástica caída de la actividad del mercado inmobiliario, lo que ha imposibilitado dar salida a las promociones planteadas y se ha traducido en la práctica, a su vez, en un sobreseimiento de las obligaciones con nuestros acreedores”.
La empresa había presentado en febrero pasado un preconcurso, con el objetivo de renegociar la deuda de las entidades bancarias. Trascurridos los tres meses de plazo que entonces les concedió el Juzgado y no lograr acuerdos ni nueva financiación, los responsables reconocen su insolvencia y por ello han pedido el concurso y la liquidación.
Segóbrida del Eresma formaba parte de la sociedad Segovia 21, donde tenía como representante a Tomás Rivilla, que formaba parte del Consejo de Administración, el cual fue destituido por los nuevos administradores. De hecho, éstos mantuvieron un litigio porque Rivilla quería conservar los derechos de juego que tenía en el campo de golf, que el Juzgado no reconoció al primero.
Segóbrida del Eresma se creó en 2005, constituida en un 62 por ciento por otras sociedades y el 38 restante, por particulares. La Presidencia de la sociedad la ostenta otra empresa, Ocio Los Monteros, con sede en Valencia.
Promoción
En mayo de 2010, Segóbrida del Eresma presentaba en un acto público el complejo residencial y de ocio ‘Fuente del Príncipe’ para desarrollarlo en el complejo residencial y de ocio Segovia 21, como una promoción de viviendas con “calidad de vida en un magnífico entorno natural y con amplias zonas de equipamiento deportivo y de ocio”, según explicó en el entonces director de la sociedad, Tomás Rivilla. Estuvo acompañado por el arquitecto diseñador, Eduardo Calvo.
