Los cerca de cinco millones de parados fueron ayer los protagonistas del duelo dialéctico entre Zapatero y Rajoy en el Congreso. En vísperas del inicio de la campaña electoral, el líder de la oposición recordó al presidente del Gobierno «el grave daño que sus políticas han causado a millones de españoles», acusación que confirma que los populares harán del elevado nivel de desempleo, el más alto de la historia, el tema estrella de la campaña.
Aunque los datos del mes pasado, conocidos también ayer, dan un respiro al Ejecutivo, puesto que el desempleo cayó en 64.309 personas, Rajoy aprovechó la coyuntura generada por la difusión la semana pasada de la EPA para recordar a Zapatero que «su triste balance es una tasa de desempleo del 21,3 por ciento».
El líder socialista devolvió el golpe a Rajoy lamentando que la oposición no demostrara su satisfacción por los datos del mes de abril. «Se les nota un poco el plumero, porque solo esperan que las cosas malas les hagan a ustedes buenos», le espetó el presidente del Gobierno, quien también lamentó que el PP no haya presentado sus propuestas para ayudar a reducir la «consecuencia más grave» de la crisis económica.
Por su parte, la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, recordó que la reducción del paro en abril no puede apuntarse en el haber del Ejecutivo, porque el desempleo se comporta siempre así debido al tirón sobre el sector servicios de la Semana Santa. Asimismo, incidió en el argumento enunciado por su jefe de filas sobre la falta de credibilidad del Gobierno que lleva varios años anunciando unos brotes verdes que no llegan. «Sus palabras ya no valen», insistió Rajoy.
Responsabilidades
En el estrecho marcaje del PP al Ejecutivo, Rubalcaba y Manuel Chaves también tuvieron su turno. Los populares pidieron a los vicepresidente primero y tercero que asumieran sus responsabilidades en el caso Faisán y el escándalo de los ERE andaluces, respectivamente.
El peor parado ayer fue Manuel Chaves, al que el Partido Popular considera «acorralado por los escándalos». Una situación que les llevó a pedir una vez más su dimisión. «Si usted tuviera dignidad, no estaría ya ahí sentado», le espetó el diputado de la oposición Juan José Matarí.
El político, a su vez, retó al PP a presentar una denuncia ante los tribunales si le consideran responsable de irregularidades en los ERE. En su opinión, si no lo hacen se demostraría que los diputados populares se dedican únicamente a acudir a «la calumnia, la difamación y la mentira».
Por su parte, Rubalcaba se defendió de lo que considera una táctica «calumniosa e insidiosa» del PP de situarle como responsable del chivatazo que impidió, por una «motivación política», una operación contra el aparato de extorsión de ETA con el fin de salvar la negociación abierta tras la tregua de 2006, según los populares.
«Atacar a la Policía porque hagan o digan cosas que a ustedes no les gustan es una indecencia política», manifestó el vicepresidente primero.
