El Barcelona consiguió una aplastante victoria ante un Real Madrid plagado de bajas que no pudo oponer ni la altura ni la fuerza necesarias para frenar a los líderes de la Liga ACB.
El debate sobre cuál de los dos equipos tiene mejor plantilla quedó aplazado al presentarse el cuadro local con demasiadas ausencias. Sin Reyes, Llull, Hansen, Van den Spiegel y el recién llegado Jaric, el bloque azulgrana hizo y deshizo casi a su antojo.
Ettore Messina intentó engañar a su rival invitándole a las guerras de guerrillas, con la presencia en el quinteto inicial del casi inédito Dasic. A pesar del resultado final, le salió bien la jugada inicial al técnico italiano, pues Lavrinovic no tuvo demasiados problemas con la defensa de N’Dong, aunque el pívot ‘culé’ también se mostró certero en ataque.
El 11-8 que reflejó el marcador en el minuto cinco fue el canto del cisne para los ‘merengues’. Xavi Pascual, entrenador visitante, tiró de banquillo y dio entrada a Fran Vázquez para dinamitar el duelo.
Con el gallego sobre la cancha, el Barcelona fue superior, muy superior porque solo Dasic podía intentar defenderle, mientras que el pívot anotaba con gran facilidad.
En el inicio del segundo cuarto, el preparador blanco intentó la defensa en zona para protegerse pero el equipo azulgrana ya estaba lanzado. En ocho minutos, del cinco al 13, consiguió un parcial de 5-22, pero, sobre todo, dio una imagen de suficiencia absolutamente letal.
A partir de este momento, el encuentro entró en una fase completamente diferente. La victoria estaba decantada para los catalanes y, aunque el equipo local intentó tirar de orgullo y apretar en defensa, nunca pudo acercarse en el marcador.
El Barcelona consiguió puntos con gran facilidad, mientras que el Real Madrid trabajó y trabajó en ataque para obtener escaso premio las más de las veces. Otro dato, al descanso los locales tenían una valoración global de 21 puntos, mientras que los azulgrana llegaban a los 58, casi el triple.
El 6-0 de inicio, en poco más de tres minutos, en el tercer período (31-43) ante un adormecido Barça fue otra ilusión. Xavi Pascual pidió tiempo y despertó a la bestia, Ricky y Navarro anotaron sendos triples. Y la ventaja llegó a los 28 puntos, 38-66 a escasos segundos del final del tiempo.
El Real Madrid comenzó a bajar los brazos y la diferencia apuntó a escandalosa, ante la mirada acusadora de un Messina ya sin armas ni trucos con los que enfrentarse al eterno rival.
Al final, el Barcelona, sin forzar demasiado y con un Ricky Rubio excelso en el tiro de tres, se llevó la victoria por 57-79 y afianzó su liderato de la Liga ACB, logrando su victoria más amplia en la historia en cancha de la capital.
Vistalegre cayó rendido, 15 partidos después y de nuevo ante el Barça. El debate sobre quién es mejor deberá esperar.
