El líder del PP, Mariano Rajoy, exigió ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que «dé la cara» y acuda al Congreso para explicar la misión en Afganistán y la situación de las tropas españolas en el país asiático, sobre todo después del asesinato de dos guardias civiles y su intérprete en la base de Qala-i-Now. Por su parte, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) acusó al Ministerio del Interior de vetarles la entrada a los funerales de los agentes fallecidos recientemente en acto de servicio.
Tirando de hemeroteca, el jefe del principal partido de la oposición recordó que su formación ya pidió esta comparecencia el pasado 11 de diciembre y, pese a que tenía fecha para celebrarse en marzo, a última hora se suspendió para dar paso a la presentación de las medidas de ajuste económico. Actualmente, está pendiente de fecha a la espera de que se tome una decisión en la Junta de Portavoces del Congreso.
«No lo puede demorar más», reclamó el político gallego, y máxime cuando «lleva más de seis años como presidente y ha comparecido solo una vez», por lo que el PP presentará formalmente esta petición el próximo viernes.
«Tiene que explicar la situación actual en Afganistán y decir la verdad porque no estamos en una misión humanitaria, sino en un conflicto bélico», declaró Rajoy.
Asimismo, el líder conservador consideró que el jefe del Ejecutivo debe, además, detallar las perspectivas de futuro en el país asiático y las «complicaciones» de las tropas españolas allí desplegadas. «Tiene la obligación de explicarlo porque los españoles tienen derecho a saber qué pasa, qué hacemos, qué ocurre, hasta cuándo vamos a estar y qué perspectivas existen de cara al futuro».
El dirigente del PP dejó claro que «hemos apoyado al Gobierno en todas las misiones que los militares españoles han hecho en el exterior, pero Zapatero tiene que explicarse en las Cortes porque para eso es el presidente del Gobierno de nuestro país». También mostró el apoyo de su formación a la Benemérita, a todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a los militares. «Estamos con ellos, sabemos lo que hacen, que es defender la democracia y los derechos y las libertades de las personas, que es lo más importante que tenemos y lo hacen en España y fuera», manifestó.
Por su parte, el vicepresidente tercero y consejero del Gobierno valenciano, Juan Cotino, recordó que conocía a uno de los agentes asesinados, José María Galera, en Utiel, donde era capitán, «lo que supone si cabe más dolor porque a esa barbarie le pones cara y ojos».
Desde Génova, sin embargo, no se quiso utilizar la palabra retirada. Solo en IU. Así, su diputado nacional, Gaspar Llamazares, señaló que es el momento para abrir un debate «imprescindible» para elaborar el calendario de retirada de las tropas españolas de Afganistán: «Estamos convencidos de que esta intervención militar no puede ser interminable y es insoportable el tributo de vidas perdidas españolas». De hecho, apeló a la autoproclamada condición pacifista de Zapatero para que «de modo solemne, y tal y como hizo con Iraq al comienzo de su mandato», anuncie la marcha del contingente nacional de la zona.
Finalmente, el dirigente comunista comparó ambas contiendas, y destacó que la guerra en Afganistán es también un conflicto de «ocupación» e «inútil» que «ya se ha cobrado un excesivo número de vidas civiles y militares».
Asimismo, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) acusó al Ministerio del Interior de vetarles la entrada a los funerales de los guardias civiles fallecidos recientemente en acto de servicio, tanto en la Rioja por las víctimas del atentado del miércoles como en Pontevedra por los muertos en un atraco, y cree que esta actitud es «inconcebible».
«Les hemos pedido por escrito asistir, pero no se permite el acceso protocolario a las asociaciones que representamos a los agentes», se quejó el portavoz de la AUGC Manuel del Alamo, que lamentó que «se vaya a los entierros y, al día siguiente, haya paz y gloria, y todo continúa igual», en referencia a la falta de atención por parte del Gobierno, a su juicio, a los que «están vivos». «Los problemas no se resuelven poniendo medallas, sino poniendo los medios», criticó.
Por otro lado, el teniente coronel director del Centro de Adiestramientos Especiales de la Guardia Civil, Lorenzo Pardo, declaró que el triple asesinato ha causado un «impacto evidente» en el personal de la unidad, aunque la moral es «alta» para seguir realizando la misión, y defendió la adecuada instrucción de los guardias destinados en esa zona de riesgo.
A lo largo de la jornada las víctimas de este golpe talibán fueron enterradas en sus ciudades de residencia. La familia del intérprete Ataollah Taefik Alili, recibió con gran «confort espiritual» las condecoraciones del Ejecutivo.
