El piragüista segoviano David Llorente, que se estrenó en unos Juegos en Tokio 2020 con una décima plaza en la prueba de K1 de eslalon a pesar de llegar a la cita avalado por su subcampeonato mundial en 2019, ya atisba en el horizonte la próxima cita olímpica de París 2024 donde no se conforma, en entrevista concedida a Efe, tan solo con alcanzar la final..
“En Tokio cumplí un sueño de ser olímpico y después di un paso más logrando estar en la final, lo que, a pesar de la décima posición final quizá pagando el arriesgar demasiado, ya me dejó más que satisfecho, pero en París no me vale tan solo con estar en la final y quiero pelear las medallas”, afirmó.
Llorente, que ha logrado el doblete este fin de semana en el Campeonato de España de eslalon extremo y K1 eslalon, disputado en el Canal Sabero-Alejico de la montaña leonesa, tendrá también una doble oportunidad de medalla en la capital francesa al estrenarse la primera modalidad en el programa olímpico.
Para acudir a los Juegos parisinos tendrá que ganarse el billete en los Mundiales 2023 de Londres, aunque los palistas que lo logren en la especialidad clásica de eslalon ya tendrán garantizada también su presencia en extremo, para lo cual tendrán una última opción de reengancharse en un preolímpico que otorgará otras tres plazas más.
“Habrá dos posibilidades de medalla y, teniendo en cuenta que ya me he adaptado a esta nueva modalidad logrando un bronce en La Seu, creo que se abre un panorama más esperanzador siempre que consiga la plaza en el Mundial”, asegura.
El piragüista de Palazuelos de Eresma se ve “competitivo” en ambas disciplinas, a pesar de reconocer que el eslalon extremo es “muy variable, depende también, en gran medida, de las decisiones que puedan tomar en cada eliminatoria tus tres rivales contra los que compites y por eso es más imprevisible”, afirma.
Llorente volvió al Canal Sabero-Alejico después de cuatro años sin competir en él y ha encontrado notables diferencias en una instalación que el pasado año albergó los Europeos de descenso en aguas bravas y que, para 2024, aspira a acoger la cita mundialista en esta modalidad.
“Me parece un canal modélico sin duda para el descenso en aguas bravas, pero también para otras especialidades del piragüismo porque supone un lujo tener el caudal de agua que tiene”, comentó.
Tras el nacional disputado este pasado fin de semana, el internacional español afrontará este próximo fin de semana la prueba Copa del Mundo de Pau (Francia) y, ya a principios de septiembre, otra cita en La Seu d’Urgell, para cerrar la temporada en Londres en una prueba que le sirva para adquirir experiencia y datos para los Mundiales de 2023.
