El gasto en alimentación por segoviano durante las fiestas navideñas aumentará respecto al año anterior entre el 0,62% y el 2,5% de acuerdo a las estimaciones de gasto elaboradas por la Unión de Consumidores de Castilla y León y la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), situando la inversión media por persona en torno a los 80 euros.
A pesar de que parte de los consumidores adelantaron la compra de productos unas semanas antes para intentar ahorrar un poco, los segovianos siguen adquiriendo algunos productos frescos los días previos o apuran hasta hoy mismo, día de Nochebuena. Así, la actividad era intensa ayer en carnicerías, pescaderías y fruterías de la ciudad y los puestos del Mercado de La Albuera. Un incremento de consumidores con respecto a una jornada normal que no se traduce, según los empresarios, “en una subida de precios generalizada”.
Tradicionales
Con respecto a los productos que más se consumen en los hogares segovianos existe variedad según las costumbres de cada familia, aunque, el hecho de que sean celebraciones por lo general numerosas en cuanto al número de comensales de edades muy distintas y gustos variados, devuelve la hegemonía a los platos más tradicionales.
Entre los platos principales, cordero lechal y cochinillo cuentan con una clara hegemonía frente a otras carnes como la ternera, o el pollo capón. Por su parte, los pescados ocupan otro lugar destacado en muchas mesas segovianas, “hace años comíamos pescado y carne en la cena, pero últimamente prefiero preparar pescado para Nochebuena y asado para Navidad”, comentaba una vecina del barrio de La Albuera, mientras esperaba su turno en la pescadería. De esta forma, los “cocineros” preparan desde las versiones más tradicionales de merluza rellena o bacalao, pasando por otras variedades como lubina, rodaballo, o algunas más “económicas” como rape.
De nuevo, los informes elaborados por entidades como la la Unión de Consumidores, la FUCI, o Rastreator, buena parte del gasto navideño se destina a la alimentación y el 66,3 % de los consumidores lo considera como “el gasto más importante de la Navidad”.
En cuento a los entrantes, destacan en las mesas segovianas platos para “preparar el cuerpo para el festín posterior”, según explicaba ayer una vecina del barrio de La Albuera, ejemplos como el consomé casero, así como embutidos en los que no suele faltar queso, lomo o jamón, conviven con el marisco, con el langostino, las almejas y los mejillones, como los reyes, por su precio que varía por ejemplo, entre los 12 euros de media del langostino congelado hasta los 45 del fresco. Algunos productos como las nécoras, las ostras o los percebes son más raros en las mesas segovianas y otros, como las angulas, cedieron su puesto hace años, aunque “en estos días, los clientes intentan consumir producto nacional”, comentaba un pescadero.
En el momento de los postres, frutas como la piña o los dátiles conviven con mazapanes, polvorones y turrón, mientras que en cuestión de bebidas, los segovianos eligen vinos blancos y tintos y espumosos como sidra y cava, para el brindis final.
Atención al etiquetado
Para las compras de productos de alimentación para estas fechas, dos de las máximas según la organizaciones de consumidores es adquirirlos en sitios de confianza y prestar atención al etiquetado.
Precisamente, agentes de la Guardia Civil de Segovia intervinieron 300 kilogramos de alimentos y 46 botellas de bebidas alcohólicas durante la Operación Opson VI, desarrollada entre el 8 y 14 de diciembre, en colaboración con inspectores del Servicio Territorial de Sanidad y Bienestar Social de la Junta.
Las inspecciones se realizaron en un total de 30 establecimientos en la provincia, formulándose 13 denuncias entre las que destacan la no conservación de los alimentos a la temperatura indicada, la carencia del etiquetado en castellano, así como la venta de bebidas alcohólicas sin precinto, incumpliendo la normativa fiscal.
Entre los productos intervenidos destacan 83 cajas de té, 19 cajas de colorante, 13 cajas de azúcar, 31 cajas y 22 bandejas de dátiles, 100 kilos de productos como queso, embutidos envasados y lácteos (que no se retiraron por ser aptos para el consumo), 30 kilos de sopas de sobre y conservas, 69 bolsas de pasta, 40 botellas de bebidas alcohólicas, 14 botellas de whisky y 2 de aguardiente.
Parte de los alimentos serán destruidos por etiquetado y trazabilidad incorrectos y otros serán etiquetados y comercializados.