La noticia se daba a conocer a la población hace unas horas ante el comunicado de Izquierda Unida, cuyos miembros se reunían en su sede para dar la noticia: las dos concejales del grupo en el equipo de Gobierno, renuncian a sus cargos. Migue Ángel Gómez, coordinador de la Asamblea Comarcal, comunicaba que Lucía Arranz, concejal de Personal y Juventud, y Montserrat Sanz, de Asuntos Sociales, Mujer e Igualdad, y Participación Ciudadana, toman una decisión que “viene de hace meses” y se desvinculan de toda actividad en el equipo de Gobierno. “La decisión se toma en aras del interés general y del municipio”, explicaba Gómez. Los motivos son varios, y uno de ellos es el “el ambiente entre las dos partes de gobierno, cada día más irrespirable”, y que las discrepancias y diferencias se han ido acentuando en cuanto a la toma de decisiones. Aseguran que algunas de ellas se han tomado de forma unilateral, pero también denuncian la “falta de transparencia, algo que IU siempre ha llevado por Bandera”. Gómez daba a conocer que desde hace bastante tiempo no se celebran Juntas de Gobierno, que son obligatorias; “se gobierna a base de decretos de alcaldía, y nuestras concejalas se enteran de lo que tiene que aprobar a la vez que la oposición, en las comisiones informativas”.
El alcalde conoció en primicia la noticia el jueves, y se registraba la denuncia el viernes por la mañana. Una vez se haga efectivo el cese, IU pasará a la oposición en el Ayuntamiento de Cuéllar. “Lo haremos de forma responsable y velaremos por la continuidad del trabajo que hemos realizado, que ha sido muy intenso y productivo para la ciudadanía”, comentó Gómez. A ella se dirigen cuando hablan de que no van a entrar “en juegos, porque ahí no nos van a encontrar”.
Montserrat Sanz se manifestaba y daba las gracias a todos por el apoyo. “Hace meses que planteamos salirnos del equipo porque no se veía con buenos ojos que nos pudiéramos desmarcar de ciertas tomas de decisión del equipo de Gobierno con las que no estábamos de acuerdo”; “llevamos una temporada trabajando a disgusto, sin una forma de colaboración como la que estábamos acostumbradas antes, y ha motivado que decidamos irnos”, señalaba Montserrat. Su salida, afirman, no impide que sigan trabajando por los vecinos, ni en las fiestas, “porque no hemos participado en su elaboración ni en ninguna de las decisiones”. “Teníamos un pacto para gobernar, fue fácil, y creo que no se lo tomaron lo suficientemente en serio”, explicaba la concejal.
Por su parte, Lucía Arranz, que mostraba emoción al comunicar esta decisión, recalcaba que lo “rico de una coalición es ceder y ser flexibles ambas partes en ciertos temas”. Comunicaba que ha sido necesario desmarcarse en temas en los que no estaban de acuerdo. “No han cumplido el pacto y lo han reconocido, ha faltado aceptar nuestra opinión, que tuviéramos unas ideas e base a los presupuestos, por ejemplo”, señalaba.
No ha habido un detonante concreto en estos últimos días, según reconocen, y explican que la idea lleva sobre la mesa meses. Hay temas en los que sí han declarado no sentirse conformes, concretamente con la participación tan activa en temas religiosos: “creemos que el Ayuntamiento se tiene que desvincular de creencias”, comentaba la concejal Sanz.
