De forma espontáneamente preparada, los alumnos del Curso de Pintores Pensionados rompían el protocolo del acto de clausura en La Alhóndiga para propiciar un abrazo conjunto a Joaquín Millán, su director artístico durante 21 días, que apenas podía contener la emoción tras las muestras de afecto de un grupo de jóvenes artistas que han elegido Segovia en un cálido mes de agosto para plasmar en sus cuadros la luz, el color y el paisaje de la provincia.
La presencia de los alumnos de Bellas Artes que este año han formado parte del curso culmina este fin de semana con la puesta en común de su obra a los segovianos, que podrán ver el fruto de su trabajo en la sala de exposiciones de La Alhóndiga hasta el próximo domingo, y aunque aún quedan algunas actividades, la jornada de ayer pus el colofón a tres semanas de trabajo intenso, pero no eento de creatividad, talento y emoción.
Al final, el jurado calificador de la obra de los 14 jóvenes artistas dio a conocer ayer el pódium con los que a su juicio han sido los mejores. Así, la medalla de oro fue para Ana Castilla, alumna de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid; la de plata para la alumna de la Universidad del País Vasco Madalen Pinuaga y el bronce para su homóloga de Salamanca Lia Esteban; y el resto de alumnos recibieron un diploma acreditativo de su participación.
En las intervenciones oficiales del acto de clausura, los representantes institucionales expresaron el reconocimiento a un grupo de jóvenes que han sabido “captar el paisaje y la luz de Segovia”, según manifestó la alcaldesa Clara Martín, así como conseguir el objetivo de fusionar “cultura y arte, naturaleza y paisaje”, en palabras de la diputada de Asuntos Sociales de la Diputación Azucena Suárez. Por su parte, el delegado territorial de la Junta José Mazarías aseguró que el mejor premio para los artistas es “haber disfrutado del paisaje y los rincones de Segovia durante tres semanas”, y señaló que el próximo curso contará ya con el Palacio de Quintanar como sede una vez solucionados los problemas que este año no lo han hecho posible.
Como organizador del curso, el director de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce Rafael Cantalejo hizo votos ante los alumnos para que puedan aplicar en el futuro las enseñanzas adquiridas en el curso y “compartir” experiencias y conocimientos. Del mismo modo, agradeció el apoyo recibido por las instituciones públicas y privadas que han hecho posible el desarrollo de un curso que se organiza “con lo mínimo de lo mínimo pero con mucha ilusión”.
Finalmente, Carlos Muñoz de Pablos, muñidor y ‘alma máter’ del curso cedió su turno de palabra a los alumnos, y fueron Lia Esteban y Madalen Pinuaga quienes se erigieron en portavoces de sus compañeros para agradecer a todos los que han hecho posible el éxito del curso, y recordaron que a finales de julio “llegamos a una ciudad desconocida en la que hemos encontrado amistad, familia y una pelea con la pintura bajo un sol agotador, pero aprendiendo de la historia de Segovia”.
El poema “Sobre el campo en flama”, inspirado en una obra suya del alumno valenciano Alfonso del Moral que el mismo recitó puso de relieve que el talento artístico de los becarios del paisaje va más allá de la pintura.
