Un grupo de educadores, médicos y juristas, expertos en atención al menor y delincuencia juvenil advirtieron ayer en Segovia que el exceso de permisividad y la pérdida de autoridad de padres y profesores está generando un incremento de actos violentos protagonizados por menores en los ámbitos familiar y educativo, que empieza a evidenciarse, por ejemplo, en un aumento de denuncias de padres a hijos por maltrato. Los porcentajes se han disparado en este campo hasta un 400 por ciento en los últimos cinco años en España, según se puso de manifiesto ayer en la clausura de las jornadas de formación y sensibilización social ‘La Violencia: prevención educativa e intervención social’ organizadas por la Universidad de Valladolid y la Diputación de Segovia.
En la última sesión dedicada a ‘Violencia entre iguales y filio-parental’, el jefe del Servicio de Atención y Reinserción de Jóvenes Infractores de la Junta de Castilla y León, Tomás Montero Hernánz, explicó que en Segovia se registran en torno a diez casos al año de violencia filio-parental. En Castilla y León, 489 menores han tenido algún expediente abierto por este tipo de violencia, lo que supone un 7,75% del total de menores infractores (6.803), —un punto menos que la media nacional—, y se dictan entre 70 y 100 sentencias al año al año relacionadas con estos actos de maltrato familiar. “La gran mayoría de estos menores ha tenido relación con el sistema de Justicia exclusivamente por este delito (63,4%) lo que nos hace pensar si hay que catalogarlos de delincuentes o trabajar con ellos en otro sentido”, comentó el segoviano Tomás Montero. El trabajo de Justicia Juvenil se concentra en adolescentes y jóvenes de entre 14 y menos de 18 años, y dentro de este grupo el perfil de condenados por maltrato a padres es el de un chico, español y miembro de una familia de clase media. Tomás Montero aseguró que se están equiparando los sexos, ya que si las mujeres representan entre 20%- 21% del nivel general de delincuencia, en este tipo de actos ya están entre un 30 y un 40%. La edad de comisión de hechos delictivos en las niñas es de 14 y 15 años, y en los chavales, entre 16 y 17 años, según los datos de la Junta. “Un perfil diferente al del menor infractor”—comentó el jefe del Servicio de Atención y Reinserción de Jóvenes Infractores para añadir que “no es una delincuencia que obedezca a patrones tradicionales vinculados a marginalidad social o económica, sino que se da en familias acomodadas donde aparentemente los patrones de crianza han sido normalizados”.
En el panel de expertos también intervinieron Luis Velasco Rodrigálvarez, educador de la Unidad de Intervención Educativa de la Diputación de Segovia, Roberto Pereira Tercero, médico psiquiatra, jefe del Centro de Salud Mental de Santurce y director de Euskarri, Centro de intervención en violencia filio-parental; y José Ortega Esteban, catedrático de Pedagogía Social de la Universidad de Salamanca.
Roberto Pereira insistió en que “ahora nos encontramos con una nueva violencia filio-parental, ya no sólo se produce en familias desestructuradas, ahora se relaciona más con el control y el poder para conseguir determinados objetivos”. Para Pereira los cambios sociales que se han producido en los últimos años han favorecido estas situaciones de violencia, entre los que destacan la modificación del modelo educativo que ha pasado del autoritarismo a la permisividad, el distanciamiento entre la familia y la escuela, el menor número de horas de los padres en casa o el atraso en la edad media de la paternidad. “Los hijos tienen todo el poder, sin embargo no tienen legitimidad para ejercerlo, tienen que utilizar la violencia para conservarlo” señaló Roberto Pereira.
El catedrático de Pedagogía de la Universidad de Salamanca, José Ortega destacó la importancia de la familia para encauzar este tipo de casos así como de establecer programas de ayuda para prevenir este tipo de conductas violentas “porque la familia tiene que aportar seguridad y afecto”.
La última jornada del seminario fue seguida por 8.392 personas a través de la WebTV de la Diputación y su página de Facebook. La mayoría de Segovia, Valladolid, Barcelona, Madrid y Valencia.
