Los asentamientos chabolistas de El Tejerín y de la carretera de Madrona pasarán pronto a la historia si se cumplen los planes del Ayuntamiento que aventuran la completa erradicación de la infravivienda en Segovia en el plazo de un año.
El Gobierno municipal socialista aprobó ayer una de las últimas actuaciones dirigidas a este propósito. El Ayuntamiento gastará 37.000 euros para derribar próximamente tres chabolas y seis infraviviendas en el paraje de El Tejerín y cuatro viviendas prefabricadas más en el asentamiento de la carretera de Madrona.
Con esta intervención, que estará acompañada del consecuente realojo en viviendas municipales de las familias desalojadas, quedarían únicamente ocho infraviviendas en la ciudad: cinco viviendas prefabricadas en la carretera de Madrona y apenas tres en el núcleo chabolista de El Tejerín.
Al término de la junta de Gobierno local, el alcalde, Pedro Arahuetes, recordó que hace siete años, cuando accedió por primera vez a la Alcaldía, en distintas zonas de la ciudad se contabilizaban hasta 40 chabolas o infraviviendas; o lo que es lo mismo, en este tiempo, el Plan Municipal de Realojo habría logrado la desaparición de 32 infraviviendas en estos asentamientos y el realojo de las familias en pisos tutelados por el Ayuntamiento, en régimen de arrendamiento, repartidos por todos los barrios de la ciudad y sin crear conflictos de convivencia social.
Tras subrayar el «compromiso firme» del Ayuntamiento de que las últimas ocho chabolas serán derribadas y sus familias realojadas en el plazo de un año, Arahuetes expresó su «satisfacción» por los resultados del Plan de Realojo, que, según recalcó, se ha desarrollado «de forma callada y efectiva».
El alcalde destacó que el realojo de las familias se ha producido en estos años de forma ordenada y en viviendas repartidas por todos los barrios de la ciudad, para evitar la formación de «guettos», aunque sí admitió que el Ayuntamiento había aprovechado «de forma más intensa» las viviendas municipales de la Travesía de la Dehesa y de la calle General Santiago, donde, no obstante, «ya no habrá más realojos».
«El realojo de las familias se ha hecho de forma concreta, ordenada, y con plenas garantías de convivencia, evitando la creación de guettos», dijo el alcalde, quien resaltó que ningún barrio había quedado excluído de albergar a las familias desalojadas de las infraviviendas. Los habitantes de El Tejerín y la carretera de Madrona han sido reubicados en viviendas de barrios como San José, La Albuera, o San Millán, e incluso en el Recinto Amurallado, en dos viviendas situadas en la misma Calle Real.
El alcalde quiso destacar también que las familias que abandonaron los asentamientos chabolistas se habían integrado sin problemas con sus nuevos vecinos en los distintos barrios. «Está produciéndose una buena integración, aunque no es fácil erradicar el chabolismo porque no es sencillo el realojo», advirtió.
Para Arahuetes, la clave del éxito ha estado en haber analizado las características de las distintas familias y buscar la mejor fórmula y lugar para su realojo. «Se han sabido coordinar los dos aspectos, las características del realojo y que [las viviendas] fueran adecuadas para las distintas familias”.
Arahuetes “vendió” la futura erradicación del chabolismo como un triunfo de la ciudad. “Quiero que la sociedad segoviana se sienta orgullosa de que la infravivienda desaparecerá en un plazo corto y de una manera no conflictiva socialmente”.
El alcalde dejó entrever que en otras ciudades los realojos han provocado han provocado graves problemas de convivencia y las familias chabolistas han ofrecido gran resistencia a abandonar sus infraviviendas. “Claro que tienen apego a sus chabolas, pero aquí lo importante son las necesidades de la ciudad (…) casi todos los barrios tienen familias realojadas y no hay indicios de que se haya producido un conflicto social”.
La mayoría de las familias que ocupaban y todavía residen en los asentamientos son de etnia gitana. Se trata de unidades familiares muy numerosas que reciben la atención de los programas de Servicios Sociales. En este sentido, destacó la “estrecha colaboración” con la Fundación del Secretariado Gitano para avanzar en el Plan Municipal de Realojo. “Se ha trabajado conjuntamente con la Fundación, se ha hablado con los patriarcas, despacito, de forma tranquila… y ahí están los resultados”, dijo.
Por último, el alcalde resaltó que una vez erradicado el chabolismo el Ayuntamiento estará vigilante y pondrá todos los medios para impedir que puedan volver a resurgir los asentamientos chabolistas en la ciudad.