Una brillante segunda mitad del Málaga sirvió para que el conjunto andaluz sumara su tercera victoria consecutiva y completara el naufragio del Real Madrid en este final de año, que termina la decimoséptima jornada de la Liga con su cuarta derrota como visitante y a 16 puntos del líder, el Barcelona.
Mourinho sentó a Casillas en el banquillo para dar entrada a Adán en la vuelta de Benzema tras su lesión. Además, Essien ocupó el lateral derecho, con Arbeloa en el otro flanco. Por su parte, Pellegrini no cambió ni un ápice el equipo que le ha llevado hasta la cuarta plaza, incluso le añadió valentía dejando a Camacho como único pivote. Así, el recién premiado ‘Golden Boy’ Isco, Joaquín y Saviola sirvieron como estiletes.
El fervor de la grada andaluza se palpó con suma rapidez en el estadio andaluz. En medio del festival de gargantas, el partido cobró intensidad y verticalidad. Ambos equipos plantearon una guerra de desgaste, sin arrugarse, aunque los primeros minutos fueron blancos. Especialmente con un disparo de flanco directo de Cristiano Ronaldo. El balón voló sin una dirección determinada, permitiendo la intervención a una mano del Zamora de la competición: Caballero.
La parálisis momentánea blanquiazul se desvaneció para que gozaran de sus mejores minutos. Portillo y compañía probaron a combinar, inquietando a los postizos laterales del Madrid, sobre todo a Essien. Tejieron jugadas milimétricas para hacer bailar la rígida defensa visitante. Sin embargo, sin aceptar la invitación, un Madrid agazapado comenzó a hacer planear el balón sobre La Rosaleda. Desplazamientos buscando a sus puntales que eran interceptados por el meta local.
Tras el paso por los vestuarios, fueron tres minutos los necesarios para que la victoria se alejara del conjunto ‘merengue’. Isco aprovechó su situación libre de marca en la frontal del área para cruzar el balón a la derecha de Adán.
A pesar de jugar con viento favorable, la falta de puntería del Málaga dio alas a los visitantes. Minutos después llegó la igualada, de Sergio Sánchez en propia meta tras varios rebotes en el área.
Pellegrini ganó la partida a Mourinho en los cambios. Reforzó su medio del campo con Iturra, y sumó pólvora con Santa Cruz en punta. De inmediato, una jugada de Isco terminó con un taconazo de Joaquín en el área. El rechace de Adán lo aprovechó el ariete sudamericano que, tres minutos después, repetiría de nuevo con un sutil remate para alejar el balón de las manos de Adán (3-1).
De este modo, el Real Madrid encaró sus últimos 10 minutos con dos goles de desventaja. El tanto de Benzema llamó a la remontada heroica, pero el Málaga demostró su poderío y amarró la victoria.
Mourinho: «No temo por mi puesto».- José Mourinho insistió ayer en repetidas ocasiones que la controvertida suplencia de Casillas en Málaga obedeció a una decisión del cuerpo técnico. «Analicé la situación y elegí el equipo para el encuentro. Podéis inventar lo que queráis, pero la decisión es puramente técnica, creo que Adán está mejor que Íker». Además, dejó muy claro que no tiene en mente abandonar el club blanco. «No me planteo dimitir y no temo por mi puesto».
