Será muy difícil olvidar lo que ha sido para muchos vecinos de Torre Val de San Pedro y Navafría el peor episodio de sus vidas. Ayer al menos sus rostros mostraban una cada vez mayor sensación de alivio por lo que pudo ocurrir pero no llegó a suceder. Las cenizas se abrieron paso a las altas llamaradas y a la espesa nube de humo que el viernes les había mantenido en vilo. Aunque al cierre de esta edición el incendio seguía activo, se logró estabilizar hasta poder rebajarse a nivel 1 de peligrosidad.
La madrugada del domingo al lunes transcurrió con menos tranquilidad de la esperada, sobre todo por las fuertes ráfagas deviento. En las primeras horas de este lunes “seguían saliendo columnas de humo que se habían avivado durante la noche”, aclaró el delegado territorial de la Junta en Segovia, José Mazarías. Sin embargo, los medios de extinción permitieron que, según pasaban las horas, la situación del incendio mejorase.
El operativo que trabajó durante el día de ayer estaba formado por dos técnicos, cuatro agentes medioambientales, dos autobombas -cada una en un lado de la sierra-, dos cuadrillas terrestres y un helicóptero. Todo ello tras tres días «muy difíciles», con motivo de las altas temperaturas, la humedad y el aire cambiante. La cifra de hectáreas calcinadas se sitúa en 980, con 300 pertenecientes a arboladas de pino en el monte, 400 de árboles en dehesa y el resto, zonas de pasto.
Alimentación ganaderías
Precisamente, la pérdida de estos terrenos, un 80 por ciento del total de pastos en el lugar, ha provocado que los ganaderos de la zona afectada hayan tenido que solicitar ayuda urgente para alimentar a sus animales. A ello se suma la muerte o desaparición de cabezas de ganado que aún siguen contabilizándose y los daños materiales de algunas naves. En concreto, las llamas han afectado a dos de ellas que tenían alimento almacenado.
Según trasladó la Junta, el núcleo de La Torre cuenta con tres explotaciones que suman 192 animales y en El Valle hay cuatro explotaciones que engloban 293 cabezas. En Navafría también hay algunas ganaderías que no se han visto afectadas.
Debido a que los pastos van a tardar un tiempo en regenerarse, “ahora lo esencial y más imperioso es la ayuda de urgencia” para alimentar al ganado, remarcó Mazarías. Acompañado por alcaldes de la zona y el presidente de la Diputación de Segovia, Miguel Ángel de Vicente, el delegado territorial visitó ayer por la tarde las inmediaciones del cementerio de Torre Val, hasta donde llegaron las llamas, donde se ha procedido a realizar acopio de forraje y paja a los ganaderos demandantes de ayuda para alimentar a sus animales.

Esta es una de las acciones que se llevarán a cabo, aunque también hay que destacar la colocación de abrevaderos portátiles y la reposición de la alambrera y los piquetes “que evitaban que las reses fueran a la carretera”, detalló Mazarías. Por el momento, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Santiuste de Pedraza, los animales se quedarán en las áreas de pasto de este municipio.
Auténtica hazaña heroica
Esta zona pudo librarse del fuego gracias a la labor heroica y entregada de decenas de vecinos que pusieron en marcha sus tractores con arados para crear un cortafuegos; así como todos aquellas personas que realizaron labores de desbroce a pie. “Muchas veces con situaciones muy difíciles, todas las personas colaboraron con todos los medios que tenían a su alcance para conseguir que el fuego no entrase en las diferentes localidades”, incidió el delegado territorial.
Por ello, precisó dedicar unas palabras de homenaje a los efectivos que forman parte del incendio, pero también a todos aquellos vecinos de toda la comarca que se unieron en la lucha contra las llamas. Las causas del incendio aún están siendo investigadas por la Brigada de Investigación de Incendios Forestales, cuyas conclusiones saldrán a la luz próximamente.
