Al fin la esperanza se vislumbra entre las cenizas. Aunque todavía se llama a la cautela, los vecinos de la comarca de la sierra respiran aliviados tras rebajarse este domingo el incendio desatado en Navafría al nivel 1 de peligrosidad, en una escala de 0 a 3. Las labores de extinción realizadas por 160 profesionales en el pico del operativo han permitido estabilizar el incendio y se prevé que, si las condiciones meteorológicas lo permiten, pueda darse por controlado en las próximas horas.
La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio comunicó ayer que la Junta de Castilla y León había decretado a las 12.20 horas la bajada a nivel 1 de gravedad del incendio originado este viernes en la cañada de Navafría, en la ladera de la Sierra de Guadarrama. Asimismo, se detalló que “el incendio mantiene la previsión de más de doce horas para su control” y, con ello, está previsto que en las próximas horas pueda darse por controlado, tal y como arrojaban los pronósticos del operativo una vez estabilizados los focos activos.
Con la mejora de la situación del incendio, los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que participaban en las labores de extinción anunciaron su “repliegue de forma escalonada” una vez “finalizadas las misiones”. Una vez retirados los medios aéreos, el operativo se mantuvo activo durante toda la madrugada del sábado al domingo, lo que fuentes de la Junta definieron como una “noche tranquila”.
Lo que más preocupaba era la reactivación de focos ya extinguidos o el surgimiento de otros nuevos en la superficie arbolada no quemada en la falda de la sierra, ya que la zona urbana no revestía gravedad. Para ello, desde el sábado han participado en las labores de extinción dos técnicos, 11 agentes medioambientales, un avión anfibio, cinco helicípteros, tres cuadrillas helitransportadas, dos helicóteros bombarderos, dos aviones de coordinación, ocho autobombas, siete cuadrillas terrestres, un bulldozer y una dotación de bomberos municipales, a lo que se suma una unidad de intervención de la UME.
Aunque la vigilancia y las labores para refrescar y enfríar la zona prosiguieron durante todo el día de ayer, la estabilización del incendio permitió rebajar el nivel de riesgo y, en consecuencia, el dispositivo en el tercer día de lucha contra el fuego.
Al cierre de esta edición, el incendio había arrasado aproximadamente 1.000 hectáreas, según fuentes de la Administración autonómica. De estas, n total de 880 correspondían a arbolado -pino silvestre, robledal y pastizal- y el resto aún estaba por determinar, ya que están en perimetración las hectáreas de dehesas afectadas, que presentan una superficie quemada “importante”, explicó el delegado territorial de la Junta en Segovia, José Mazarías.
De este modo, el incendio de Navafría se convierte en uno de los más devastadores de los últimos años en la provincia. Para tener una referencia, el fuego originado en La Granja en el verano de 2019 arrasó cerca de 400 hectáreas de la sierra segoviana, mientras que el ocurrido en Honrubia de la Cuesta en 2008, que obligó a cortar el tráfico de la A-1 y a desalojar a los habitantes de Moral de Hornuez, calcinó unas 1.100 hectáreas.
Un amargo recuerdo
La columna de humo que emergió durante las primeras horas del incendio forestal, que pronto obligó a cortar la N-110 y llevó a desalojar a los vecinos de Torre Val de San Pedro, está cada vez más cerca de ser un recuerdo amargo para la población. Y no solo de las zonas afectadas por el fuego, sino también de multitud de lugares de la provincia hasta donde llegó el humo y la preocupación.
Durante el día de ayer, los vecinos de los núcleos de población de Torre Val de San Pedro -La Salceda y Valle de San Pedro– siguieron vigilantes ante cualquier cambio en el panorama del incendio. En cierta medida, se dieron los primeros pasos hacia la normalidad, aunque en un nuevo escenario lleno de cenizas.
Del mismo modo que los efectivos y profesionales, muchos de los voluntarios y vecinos de la zona que participaron en el avituallamiento y en la extinción del incendio pudieron descansar por primera vez en más de 72 horas. El esfuerzo y la unión al fin daba sus frutos, lo que ahora mismo se traduce en un amplio reconocimiento de su labor.

Trece incendios
La provincia de Segovia ha contabilizado durante el fin de semana un total de trece incendios. El pasado viernes, además del de Navafría, que ha revestido la mayor gravedad, se originaron cinco fuegos. Uno de ellos en las inmediaciones de San Miguel de Bernuy, donde las llamas calcinaron más de 14 hectáreas agrícolas; y los demás en Escarabajosa de Cuéllar, Cuéllar, Segovia y Turégano. El sábado se desataron dos incendios diferentes en Coca y uno en Torreiglesias, Sepúlveda y en el Real Sitio de San Ildefonso, donde el fuego afectó a 1,40 hectáreas de pasto. Finalmente, el domingo se desataron dos fuegos en Honrubia de la Cuesta y Hontalbilla.
