Si bien es cierto que las nuevas tecnologías han revolucionado la comunicación política, no es menos cierto que a la hora de pedir el voto, los partidos políticos mantienen los carteles electorales como seña de identidad. Seguramente, a los ciudadanos les gusta poner cara a las personas que reclaman su confianza para gobernar su ayuntamiento o representarles en su comunidad autónoma, y nada mejor que la imagen del candidato en carteles y pósteres que sirvan no sólo como reclamo para el voto, sino también como puerta de entrada hacia sus propuestas políticas.
En Segovia, los lugares acotados para la exhibición de propaganda electoral en farolas y paneles muestran los rostros de los políticos en poses seguramente estudiadas por los asesores electorales para buscar un punto de atracción hacia sus propuestas. El Partido Popular muestra en tres carteles distintos a las candidatas Raquel Fernández y Silvia Clemente, la primera, con la mirada perdida en el horizonte, una media sonrisa y una mano sobre la barbilla, y la segunda, mirando de frente al elector y con una franca sonrisa. En la imaginería electoral de los populares no puede faltar el candidato a la presidencia de la Junta Juan Vicente Herrera, con una foto en mangas de camisa donde expresa un talante serio, quizá forzado por la todavía endeble situación socioeconómica de la región.
En el PSOE, las imágenes de Clara Luquero y José Luis Aceves diferencian dos estilos distintos. La alcaldesa y candidata a revalidar su cargo muestra una estudiada imagen en la que, al igual que su oponente, emplea la mano en la barbilla para afianzar su seguridad. En su caso, la sonrisa es más abierta que la de Raquel Fernández, y denota un cierto aire pícaro que transmite ‘buen rollo’, empleando el símil juvenil. La imagen de Aceves se muestra en plano medio con un fondo verde y parece querer expresar la solidez de sus propuestas. A los dos candidatos les acompaña la imagen del líder socialista Luis Tudanca, que no reniega de su propia imagen pese a que su sonrisa deja ver una separación entre los incisivos que no ha pasado desapercibida para los ciudadanos.
Para Izquierda Unida, este año era importante difundir la imagen de su candidato a la alcaldía Ángel Galindo, que aspira a cubrir el hueco que dejó en el Ayuntamiento Luis Peñalosa. Los carteles muestran una imagen real, cercana y con una sonrisa quizá algo forzada, presumiblemente por la bisoñez del candidato de la coalición en las lides políticas. También pueden verse a los candidatos José Angel Frías y a José Sarrión en poses más «casual», evitando formalismos pero sin perder identidad.
El resto de las formaciones políticas también se plantean los carteles como medio de expresión, aunque apuestan por incluir a más miembros de sus candidaturas en la fotografía. Este es el caso de Alternativa Segoviana Independiente (Así), donde Giráldez se ve flanqueado por Gonzalo Peñalosa y Marian Hicks-Mudd o Segoviemos, donde Fernando Aranguren comparte la foto electoral con José María Lafora y María Jesús Valverde, números dos y tres respectivamente de la lista.
Otras formaciones más pequeñas como el Partido Castellano (PCAS) optimizan sus recursos y comprimen en un solo cartel las fotos de sus candidatos a la alcaldía Mariano Fuente y a las Cortes Regionales Félix Matesanz.
Quizá el premio a la originalidad se lo llevan los candidatos de VOX, que apuestan por una estética «retro» y fotos en lugares emblemáticos de la ciudad como la Plaza de Toros o la terraza de Santa Columba, con un cierto parecido tanto en su eslogan como en la estética a una exitosa campaña de DyC en la que recomendaba su whisky con la frase «Para gente sin complejos».
En el lado opuesto de la balanza, Segovia en Común muestra una cartelería sin la imagen del candidato, apostando por eslóganes como mensaje directo, y fotos en las que se aprecia a toda la candidatura.