Cuéllar vivió el pasado 6 de julio momentos de enorme dificultad ante el avance de un fuego del que todavía se desconocen las causas. Pasadas las 15.00 horas se desencadenaba un incendio que, dadas las condiciones de viento, favorecieron su rápida propagación ante la mirada atónita de los vecinos y el enorme temor de que llegara a los pinares. Servicios de extinción de bomberos de Villa y Tierra se desplazaban hasta la zona, entre Las Lomas y el camino de El Salinero, donde decenas de hectáreas se fueron quemando a gran velocidad. La rápida actuación de todos los servicios, los helicópteros y los agricultores con sus tractores, hicieron que se pudieran frenar las llamas. Estas se quedaron a las puertas del Mar de Pinares, la riqueza natural más importante que posee Cuéllar y toda la comarca, y que por suerte no se vio afectada aunque el fuego quedo a escasos metros.
El fuego quedó controlado pasada una hora de su inicio, aunque las tareas de refresco se extendieron durante la tarde y principio de la noche. La planta de biomasa, cuyos montones de combustible prendieron también en el incendio, mantuvieron una alta temperatura incluso durante la noche, aunque se mantuvo su control en todo momento; la planta no se vio afectada más que en estos montones que se ubican en la zona exterior.
En todo momento se acercaron vecinos al lugar en el que estaban aconteciendo los hechos, pero fue una vez controlado cuando empezaron a llegar los primeros cuellaranos expectantes para comprobar la escala de lo sucedido. La estampa es bastante impactante, al igual que lo fue en el momento del incendio, ya que la zona posterior de Las Lomas, que se caracteriza por su gran belleza natural, es ahora un escenario de cenizas; el amarillo de los campos cosechados y el verdor de los que aún no lo estaban ha dejado paso a un negro que los vecinos desearían eliminar de sus fotografías. Instantáneas estas que han poblado las redes sociales, que han servido de altavoz para manifestar la tristeza de las escenas.
Sin embargo, la vecindad celebra que, a pesar de la gravedad sucedido, se ha tratado de terrenos y no del cercano pinar. Hoy siguen acercándose vecinos a comprobar que poco queda de la belleza de los caminos de Las Lomas.
