Sete años después de su cierre, el edificio de La Choricera podrá recuperar en breve su actividad una vez formalizada la adquisición del inmueble por la empresa segoviana Suministros Transcose en la subasta celebrada ayer en la notaría de José María Olmos Clavijo. Han tenido que pasar hasta cuatro subastas y otras tantas rebajas en el precio inicial del inmueble —inicialmente cifrado por los administradores concursales en 12 millones de euros— hasta que se ha conseguido cerrar la adquisición del edificio, que quedará en manos de una de las empresas segovianas más pujantes en el sector del transporte.
La subasta convocada para la jornada de ayer cifraba el precio mínimo inicial en 1,8 millones de euros, y la oferta presentada por la empresa, tras la apertura de las plicas, cifraba la compra del inmueble en 2,7 millones de euros, mientras que las de las otras dos empresas que optaron a la puja eran sensiblemente menores a esta cifra. Así, la presentada por la empresa Octaviano Palomo S.A. quedaba en 2,1 millones de euros, y la que presentó la empresa Auténtica Generación Distribuida de Castilla y León (AGD CyL) alcanzaba los 1,96 millones de euros.
Además de ser superior económicamente, Transcose presentó a la subasta la posibilidad de una fianza previa así como un plan de pagos para garantizar la viabilidad de la inversión. El Juzgado de lo Mercantil autorizó el pasado mes de agosto una nueva rebaja en el precio de venta el complejo industrial de Alresa, conocida como La Choricera. En acuerdo con los administradores concursales la empresa a la que se le encomendó la venta del inmueble, Uon Iberia, dejó el precio fijado como puja mínima en 1.825.000 euros, lo que supone un quince por ciento del precio inicial. La primera subasta tuvo lugar en abril de 2013. Entonces se marcó un precio de licitación de doce millones de euros, pero quedó desierta por falta de pujadores. En el mes de noviembre se convocó una segunda subasta, que arrancó con un precio rebajado a la mitad (seis millones de euros), pero tampoco hubo ofertas por encima de esa cantidad. Sólo se presentó una oferta, pero que no superaba la licitación, de modo que no se tuvo en cuenta y fue calificada de “oportunista”.
Los administradores concursales rechazaron la puja y se anunció una tercera subasta para diciembre del año pasado. La licitación en este tercer intento se había vuelto a bajar hasta los 2,7 millones de euros. Sin embargo, el resultado obtenido fue similar.
La venta incluye la parte construida, que suma 45.352 metros cuadrados distribuidos en dos edificios, de oficinas, secadero, y almacenes; y la finca en que se enclava, de 83.952 metros.
ANTECEDENTES
En octubre de 1976 Pedro Benito adquiere la cooperativa Transportes Cooperados Segovianos (Transcose), cuyas siglas componen el nombre de la empresa. En aquel entonces el emplazamiento era en el centro de la ciudad, en la calle Independencia, en un local de 126 metros cuadrados y la plantilla la componían tres personas. La actividad principal eran los recambios para vehículos industriales, la restauración de frenos y embragues y la confección de latiguillos.
Tras casi cuarenta años en el sector, hoy cuenta con seis delegaciones y almacenes, en Segovia, Cuéllar, Cantalejo, Soria, Ávila y Arenas de San Pedro. La clave de su permanencia y su crecimiento, según Pedro Benito, es “trabajo y dedicación”, según explicó en 2012, cuando recibió un premio Nicomedes García, que le entregó el Ayuntamiento de Valverde del Majano.
