Varios miles de manifestantes desafiaron ayer la orden del Gobierno tailandés de desalojar la zona de Bangkok en la que se atrincheran, mientras sus cabecillas iniciaban un diálogo con representantes del Ejecutivo para buscar una salida a la crisis política que ha desatado una ola de violencia con al menos 37 muertos en cinco días.
Cuando a las 15,00 hora local expiró el plazo dado el domingo por las autoridades, al menos 3.000 personas, entre ellas mujeres y niños, continuaban tras las barricadas y empalizadas que protegen el campamento de los llamados camisas rojas.
Entre los partidarios del frente opositor, que hace dos meses comenzó las protestas para forzar la caída del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, a simple vista no se apreciaba nerviosismo e incluso eran muchos los que seguían un concierto sobre un escenario montado dentro del campamento.
Una hora antes una avioneta sobrevoló el área y dejó caer miles de octavillas en las que pedía a los manifestantes abandonar el área de unos tres kilómetros cuadrados en el corazón comercial de la capital. Las emisoras de radio y canales de televisión también emitieron mensajes en los que se conminaba a los manifestantes a seguir las instrucciones. «Salgan inmediatamente de esa área peligrosa», difundieron los medios locales.
Los soldados mantienen cercado el campamento del frente rojo, en una zona a la que hace varios días cortaron el suministro de electricidad y agua corriente.
Entretanto, a unos cientos de metros del reducto rebelde unas decenas de seguidores del frente ayudados por niños que admitieron no haber cumplido los 15 años, quemaban neumáticos a escasa distancia de un puesto militar mientras eran aclamados por mayor número de curiosos que se agazapaban cada vez que algún gracioso hacia estallar un petardo.
El jolgorio creció en ese punto de la avenida Rama IV, cuando unos cuantos individuos se apoderaron de un camión cisterna con combustible y lo acercaron a la pila de neumáticos ardiendo para provocar una explosión.
Antes, a primera hora, la lista de víctimas mortales aumentó con la muerte de otra persona en un tiroteo que fue seguido de la explosión de varias granadas.
Los líderes del Frente para la Democracia y contra la Dictadura, al que pertenecen los camisas rojas, propusieron el domingo retomar las conversaciones a cambio de que el Ejército retirara a las tropas de las calles del centro de la capital tailandesa. El Gobierno canceló la pasada semana su propuesta de celebrar elecciones en noviembre, cuando las negociaciones con los opositores se estancaron y sus cabecillas dieron marcha atrás a su compromiso inicial de poner fin a las protestas.
