El nuevo colector de aguas residuales de San Cristóbal de Segovia ya se encuentra prácticamente a punto para empezar a funcionar. El alcalde, Óscar Moral, explicaba esta semana que faltan los “últimos remates” para darlo por concluido y afirmaba que se han cumplido los plazos de construcción, que obligaban a terminar la obra antes del 31 de diciembre para no perder la subvención de los fondos europeos con que se ha financiado la obra.
La nueva instalación se pondrá en marcha en cuanto hayan concluido las obras de ampliación y mejora de la depuradora de Segovia, a la que derivarán las aguas residuales de la localidad. De hecho, los ayuntamientos de San Cristóbal y Segovia firmarán el contrato de utilización de la depuradora el próximo 11 de febrero, según confirmó el alcalde. Las últimas declaraciones de la concejal de Obras y Servicios de Segovia, Paloma Maroto, establecen que las obras de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Segovia serán recepcionadas a lo largo del primer trimestre de este año.
El colector de aguas residuales es, sin duda, una de las grandes necesidades del municipio, ya que hasta la fecha la localidad vierte sus aguas residuales a las cuencas de los ríos Eresma y Ciguiñuela. En unas semanas esos vertidos ya serán recogidos y depurados por la EDAR de Segovia.
En concreto, el nuevo colector conducirá dichas aguas hasta la red de saneamiento de la ciudad de Segovia (a unos 4,5 kilómetros), que los transportará hasta la EDAR para su tratamiento. La actuación ha consistido en la construcción de una red de colectores, con una longitud total de 4.661 metros de longitud y con diámetros de entre 315 y 500 milímetros; aliviaderos para el vertido del exceso de agua; medidas de caudal, dos hincas para el cruce de la carretera SG-V-6123 y la zona de redes eléctricas en la presa del Eresma.
Las obras del colector de San Cristóbal de Segovia, acometidas por la empresa Dragados, forman parte del conjunto de proyectos que el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, a través de Acuaes, está desarrollando en Castilla y León, con una inversión de 404 millones de euros.
A pesar de que las obras comenzaron con un mes y medio de retraso, los resultados empezaron a ser visibles poco a poco. Finalmente se han cumplido los plazos, todos los certificados han sido firmados y se ha cubierto en tiempo y forma. Las aguas residuales de San Cristóbal de Segovia ya no derivarán a las cuencas del Eresma y el Ciguiñuela.
