El Ayuntamiento de Segovia, a través de la Concejalía de Obras, Servicio e Infraestructuras, está poniendo a punto las grandes fuentes ornamentales de la ciudad; dos en el recinto amurallado, las de las plazas de San Martín y de San Esteban, y dos situadas en glorietas, la de Santo Tomás y la de la plaza de la Universidad.
El concejal de Obras, Miguel Merino, ha explicado que hasta el momento se han llevado a cabo trabajos con medios propios municipales e incluso la semana pasada se hicieron pruebas de estanqueidad en la fuente de la plaza de San Esteban aunque admite que “posiblemente tengamos que recurrir a algún contrato menor, para una colaboración externa, para terminar de ponerlas en funcionamiento”.
Aunque Merino reconoce que, por ejemplo, la fuente de la plaza de la Universidad fue objeto de una inversión de cerca de 40.000 euros a finales de 2018, indica que se trató de mejoras tecnológicas y de la instalación de focos luminosos LED. Añade que “al final son sistemas que requieren de mantenimiento y con elementos que hay que renovar: bombas, filtros… e impermeabilizaciones, porque por muy bien que estén estas últimas, el agua y las oscilaciones térmicas van deteriorándolas y hay que revisarlas”.
Precisamente son las dos fuentes del recinto amurallado las que presentan problemas de estanqueidad y de las dos es en la de San Martín “donde está un poco peor, por eso a mitad del mandato corporativo anterior se decidió que dejara de funcionar porque tenía varias filtraciones”, explica el edil socialista.
En esta fuente, los operarios municipales han realizado trabajos de cantería, fontanería y otros de mantenimiento y se han delimitado las filtraciones pero para actualizar el sistema tecnológico el gobierno municipal baraja la posibilidad de efectuar un contrato externo. Aunque en un primer momento se pensó que sería necesario desmontar la fuente para impermeabilizar también el exterior, el concejal explica que “las valoraciones preliminares nos llevan a pensar que no será necesario”.
Merino calcula que las fuentes puedan estar en funcionamiento “en unas semanas” y argumenta que no puede ser más preciso porque depende del suministro de algunos medios tecnológicos, del desarrollo del sellado del vaso o de algún imprevisto.
En cualquier caso, sostiene que la alcaldesa, Clara Martín, quiere poner en valor algo que forma parte intrínsecamente del patrimonio cultural de estas plazas, siempre y cuando puedan mantener su función sin filtraciones, de ahí el empeño por conseguir la mayor estanqueidad.
