Buscando entre hojas de papel impreso siempre se encuentran noticias que, ubicadas en el pasado, no han perdido relevancia con el paso de los tiempos. A continuación, por si de interés del lector fuere, las dejo prendidas en este espacio/expositor de El Adelantado.
Pónganse en situación. Calle Juan Bravo. Año 1903. En el número 64 de la referida vía, dentro del genérico c/ Real, se ubicaba una ¡vaquería! Hete aquí, que un día del mes de abril el dueño, Manuel Fidalgo, acudió a Comisaría donde presentó esta curiosa denuncia en contra de su criado, de nombre Felipe San Isidro, de 18 años: ‘Fui por la noche al establo donde se encuentran las vacas y sorprendí a mi criado ordeñando, trabajo que yo no le había mandado ni dado autorización, por lo que creo que ordeñaba con la intención de vender la leche por su cuenta y quedarse con el dinero’. A las once de la noche siguiente miembros de la Inspección de Vigilancia lo detuvieron y pusieron al joven a disposición del Juzgado.
No hará falta describir que tras lo expuesto por el patrón, el joven se quedó sin trabajo. No encontró coartada para ‘combatir’.
Correspondencia
Ahora que tan mal ‘andan’ las relaciones entre sindicatos y Correos y su ‘altísima dirección’, encontré una noticia/disposición de la Dirección General de Comunicaciones, de principios del siglo XX, donde se dice: ‘El peatón/conductor de la correspondencia de Carbonero el Mayor a Pinarnegrillo, vaya en lo sucesivo de la estación de Yanguas a Carbonero, Mozoncillo y Pinarnegrillo, recogiendo y entregando la correspondencia a los pasos de los trenes correo. Por el trabajo a realizar por este servicio continuará disfrutando de la retribución de 400 pesetas/año’. Lema a destacar: ‘a más trabajo, igual salario’.
Adivinanza ¿Cuánto se gastaba en zapatillas de esparto (moda entonces) el peatón/cartero anualmente?
‘Foot Bal’, o así
En el Diario de Avisos, enero 1907, se publica la siguiente noticia relacionada con los primeros pasos del fútbol en Segovia, de lo que dejo constancia sin apostilla alguna. Que ya me gustaría. ‘Se está despertando en esta ciudad, dentro del elemento joven, la afición al ‘sport’, pues se ha reunido para jugar partidos preparatorios de ‘foot bal’. Así, ayer 27 de enero, jugaron en el campo de Los Lavaderos (¿La Dehesa?) un partido de prueba que resultó muy animado y reñido. Ganaron los del bando azul por 5-1 a los blancos. La causa de ganar los azules no fue otra que la igualdad con que jugaron, base muy principal de estos juegos. El próximo sábado se verificará otro partido entre los mismos rivales, pues los blancos quieren tomarse la revancha. Por lo que resultará un partido reñidísimo’.
Dos metros para enterrar
Sesión en el excelentísimo de 31 de enero de 1907. El señor secretario lee la siguiente petición de un ciudadano: ‘Con la finalidad de enterrar los restos de varios familiares ya fallecidos, solicito del Ayuntamiento dos metros cuadrados de tierra en el cementerio católico, donde construir un pabellón’. Debatido el tema y con informe favorable de la Comisión es concedida la petición… ‘previo pago de ¡600 pesetas!
Impuestos
En la misma sesión arriba referenciada, la Ciudad acuerda solicitar a la Comisión Provincial que preside el gobernador civil, Rufino Arango, establecer un arbitrio (impuesto) extraordinario. Concretando. Se trata de que los vecinos ‘paguen por cada metro de la red de alero de tejado sin canalón ni bajada de agua hasta el suelo’¡¡¡!!! Con lo recaudado ‘se pretende enjugar el déficit de 800 pesetas que el Ayuntamiento no encuentra para cubrir el presupuesto del año actual, 1907’ ¡Concedido!
No me dirán que no es fácil (ayer, hoy y lo será mañana) crear impuestos de cualquier cosa, por cualquier motivo o sin causa que lo justifique. Los políticos bien conocen el silencio de los corderos. Pagan y callan. Solo admiten de nosotros el recurso del pataleo. Y porque es efímero.
Decencia y moral
Los del Ayuntamiento habían avisado a la dueña del local que aquello que ella estaba ‘patrocinando’ no podía continuar. Pero… Diciembre de 1888. La Ciudad abre ‘expediente’ a la dueña de una casa de mujeres ‘no santas’, ubicada en la c/Cañuelos. La literatura del expediente era concisa: ‘por promover y consentir graves escándalos con menoscabo de la decencia y la moral’. La sanción fue de 75 pesetas, que conllevó el cierre del ‘negocio’.
¿El oficio más antiguo del mundo?
